Durante la lectura de la resolución, el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, que comprobó que toda la documentación legal estaba en regla, admitió el “allanamiento” de la propia Baldetti, que aceptó voluntariamente su extradición para demostrar su inocencia, pues dijo ser “inocente” de todos los cargos.
No obstante, la sentencia, apelando al artículo 30 de la Ley Reguladora del Proceso de extradición, dijo se impedirá la entrega de Baldetti a Estados Unidos, donde es requerida por el Distrito de Columbia por los delitos de “asociación delictuosa y conspiración para el tráfico de drogas”, hasta el momento que pueda solventar los procesos legales abiertos en Guatemala.
En la vista, Baldetti, que declaró por videoconferencia desde la prisión Santa Teresa -dónde está recluida-, aseguró que esta acusación es una “venganza” y una “persecución” de sus “muchos enemigos”, y reiteró que no pondría en riesgo ni la vida de sus hijos ni la de su familia.
“Yo me declaro inocente señor juez. No colaboré, no ayudé porque yo tengo dos hijos y sé que esa gente se cobra con la vida. Yo no colabore con esa gente (…). Me declaro inocente de todos los casos que me han abierto en Guatemala”, resumió, y añadió que no se convertiría en narcotraficante por 250.000 euros.
Según la investigación, la exvicepresidenta, presa en Guatemala por varios casos de corrupción, recibió hasta 250.000 dólares del cártel mexicano cuando era candidata del Partido Patriota (PP), por el que resultó electa, y a cambio utilizaría su influencia para permitir a los Zetas traficar cocaína a través de Guatemala hacia México para su eventual introducción hacia Estados Unidos.
La investigación realizada por EE.UU. asegura que los 250.000 dólares fueron entregados a la exvicepresidenta a través de “sus agentes durante el 2011”, a los que no se identifica pero que supuestamente ella designó a propósito para esta misión.
Además establece que Baldetti pidió a los Zetas que le proporcionaran seguridad armada durante sus mítines de campaña, “lo cuál ellos hicieron” desde noviembre de 2010 a enero de 2012, por ejemplo con guardias de seguridad armados en un acto en el departamento de Huehuetenango.
Baldetti se convirtió en vicepresidenta en noviembre de 2011, cuando venció en la segunda vuelta electoral junto a su compañero de fórmula para la Presidencia, Otto Pérez Molina, también en prisión preventiva por su presunta implicación en varios casos de corrupción.
Pero según esta investigación, un testigo denominado como “1”, “bajo la dirección de Los Zetas” y ahora colaborador de la Justicia, le pidió a Baldetti “ayuda” para “eliminar” a un traficante de drogas de la competencia asociado a un “cártel mexicano rival” que también operaba en el territorio guatemalteco.
Supuestamente, la exvicepresidenta, que defendió que durante su Gobierno “desaparecieron los Zetas” de Guatemala, le dijo que dicha persona tenía una orden de captura, sugiriendo que así se “resolvería el problema” y de hecho, dice el texto sin dar mayores detalles, las autoridades guatemaltecas lo arrestaron posteriormente.
Baldetti y el exministro de Interior Mauricio López Bonilla, sobre quien aún no se solicitó la extradición, fueron acusados el pasado 22 de febrero ante una corte de Estados Unidos por el delito de conspiración para distribuir cinco o más kilos de cocaína.
Baldetti, vicepresidenta de Guatemala entre 2012-2015, fue detenida en agosto de 2015 y es procesada en su país por supuestamente ser una de las cabecillas de la trama de defraudación aduanera conocida como “La Línea”, además de otros casos. EFE