La violencia en el país tiene dos dimensiones claramente diferenciadas e interrelacionadas: la inseguridad, que hace referencia a los hechos concretos de violencia objetiva, y la percepción de inseguridad, relacionada con la sensación de temor generado por la violencia directa o indirectamente.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En el Análisis de Coyuntura realizado este sábado en el Centro Bonó, donde participaron como panelistas Daniel Pou y Tahira Vargas, se abordó el tema de la inseguridad ciudadana como el problema más inquietante que afronta a día de hoy la ciudadanía en la República Dominicana. La falta de recursos orientados a mejorar la seguridad, los bajos niveles de respuesta y la debilidad institucional agravan esta situación entre la población.
La violencia en el país tiene dos dimensiones claramente diferenciadas e interrelacionadas: la inseguridad, que hace referencia a los hechos concretos de violencia objetiva, y la percepción de inseguridad, relacionada con la sensación de temor generado por la violencia directa o indirectamente.
Según datos publicados por el Observatorio de Políticas Sociales y Desarrollo de la Vicepresidencia de la República Dominicana, el 74.6% de las personas tiene como principal preocupación la delincuencia, seguido de la falta de un empleo digno con un 42.3% y la corrupción e impunidad con un 26.5%. La desconfianza en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado son otro dato que revela el estudio: el 72.8% de la ciudadanía tiene poca o ninguna confianza en la Policía Nacional.
A estos factores se le suman otros elementos como: la percepción que tienen los ciudadanos de la impunidad, la falta de institucionalidad para atender los aspectos relacionados con la seguridad, la falta de confianza en las instituciones, entre otros. El estudio también expone que un 60.5% de los dominicanos no tiene confianza, o tienen poca confianza, en el sistema judicial del país. La falta de respuesta efectiva por parte de las instituciones responsables en casos como los Tucano, los sobornos por parte de la empresa Odebrecht a funcionarios públicos y el escándalo de la OISOE, incrementan la percepción de inseguridad.
En palabras de los invitados al acto, una posible solución sería aplicar políticas orientadas a controlar la sensación de vulnerabilidad en la ciudadanía, ya que estas también tienen efecto en la reducción de la percepción de inseguridad. Si la ciudadanía observa que existen mejores recursos orientados a elevar los niveles de seguridad, que la ciudad está más ordenada, y que han mejorado los niveles de respuesta, las personas se sienten más seguras y mejora su percepción.
Desde el Centro Bonó se hizo un llamado a fomentar las medidas orientadas a mejorar la organización ciudadana. Contar con una estructura social sólida hace que la gente se sienta más segura con prácticas basadas en la solidaridad y convivencia ciudadana entre vecinos. Según la institución, en estas instancias se generan importantes espacios de participación y compromiso ciudadano que permiten no sólo mejorar las posibilidades de afrontar la delincuencia, sino también disminuir los niveles de percepción de inseguridad.