Inserción laboral mujeres intensifica brecha de género

Por Elba García

Son muchas las voces que se han sumado a los que claman de que las grandes oportunidades de la mujer para su igualdad con el hombre  y para extirpar de la sociedad dominicana el flagelo de la violencia de género es ahora.

Sin embargo, la mayor parte de estos esfuerzos se quedan el contexto mediático, en virtud de que el Estado no cuenta con políticas públicas que incluyan una reforma educativa que persiga la formación de hombres  con una mentalidad diferente.

De manera, que a pesar de las voces que claman por cambiar el cuadro que se presenta en las familias y en las relaciones de parejas, lo cierto es que acabar con el problema implica necesariamente el desarrollo de un plan a largo plazo que imponga una nueva cultura al respecto en la sociedad dominicana.

La inserción laboral y una relación más equitativa entre hombre y mujer es una responsabilidad del Estado, lo cual podría incidir determinantemente en la disminución  de los feminicidios en la República Dominicana, la cual ocupa uno de los principales lugares en lo que tiene que ver con este fenómeno.

La mujer tiene la sagrada responsabilidad social de equilibrar su condición de madre, ejecutiva y esposa, convirtiéndola en el  soporte principal de la familia, núcleo vital de la sociedad, pero la discriminación en su contra es un problema estructural.

La desigualdad entre hombre y mujer quedó reflejado en la última encuesta nacional de hogares de propósitos múltiples, auspiciada por la Oficina Nacional de Estadísticas, en la que se comprueba la gran brecha de género, ya que en la zona rural el 72 por ciento de los empleos son para el sexo masculino, mientras que sólo un 37 por ciento son para mujeres.

De igual modo, en la  investigación se pudo establecer que el 68.9 por ciento de  los puestos de trabajo en la zona urbana  es ocupado por hombres y  apenas el 47.3 por mujeres.

Plantear la solución de la violencia en contra de la mujer, cuya expresión más severa son los feminicidios, sólo a través de los medios de comunicación, constituye buscar eliminar un problema que involucra dos componentes que son los que provocan su multiplicación, los cuales son identificados como el cultural y el de la impunidad que prevalece en el sistema de la judicatura nacional.

De tal modo, que en la medida  que este problema sólo sea  ventilado a través de los medios de comunicación, sin desarrollar una verdadera política pública para enfrentarlo, el flagelo tomará cuerpo y se volverá definitivamente incontrolable.