Moscú y Teherán exigen al Consejo de Seguridad y al Secretario General de la ONU el inicio de una «investigación imparcial, objetiva y seria», para determinar quién suministra armas químicas a las facciones terroristas que operan en suelo sirio.
Días atrás, terroristas dispararon un misil cargado con productos químicos en Alepo (Foto: Archivo)
Los gobiernos de Irán y Rusia demandaron este lunes a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y a su secretario general, Ban Ki-moon, una condena al reciente ataque con armas químicas perpetrado por grupos armados de la oposición siria en la provincia de Alepo (norte), en el que decenas de personas resultaron muertas y heridas.
Por un lado, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, dirigió una carta al Consejo de Seguridad y al Secretario General, reclamando se condene «ese crimen inhumano» y se adopten las medidas necesarias para “evitar la repetición del uso de armas químicas” por parte de las facciones terroristas.
De igual manera, exigió una investigación imparcial, objetiva y seria sobre ese hecho, que permita identificar a los suministradores de ese tipo de artefactos y de materiales letales a los terroristas en Siria.
Salehi subrayó que “esa acción constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacional y una seria violación de las normas, en particular de la convención sobre armas químicas”.
“La utilización y la amenaza del uso de esos artilugios por parte de estados y grupos de oposición, bajo cualquier pretexto o circunstancia, es condenable e inaceptable”, puntualizó el Canciller en el texto.
Por su parte, Moscú también exigió una condena y una investigación a la ONU, mediante una declaración del vicecanciller Guennadi Gatilov. No obstante, destacó que dicha averiguación debe sentar sus bases en la solicitud y las pruebas presentadas por el presidente sirio, Bashar al-Assad.
En ese sentido, Gatilov criticó las declaraciones de Ban Ki-moon sobre el estudio de “otros supuestos ataques químicos”, ya que en realidad se perpetró uno sólo y fue obra de grupos armados en la provincia de Alepo.
Para Moscú, las declaraciones de Ban Ki-moon convertirán a la investigación en “otro elemento de presión” para un cambio de Gobierno en Siria, una medida rechazada y vetada por el Kremlin.
Gatilov recordó que, el pasado miércoles, el embajador de Siria ante la ONU, Bashar Yafari, se refirió al ataque terrorista con armas químicas y pidió al Secretario General iniciar investigaciones al respecto, a través de una misión independiente, especial y neutra.
El pasado 19 de marzo, terroristas dispararon un misil cargado con productos químicos contra la región de Jan al-Asal, en Alepo. Entre las víctimas del referido ataque mortal, figuran una gran cantidad de mujeres y niños, elevándose la cifra a 25 muertos y 86 heridos.
Francia y Reino Unido también solicitaron una pesquisa sobre el uso de las armas químicas en Siria. No obstante, su posición girá a culpar y responsabilizar a Damasco por el ataque, sin presentar pruebas ni argumentos fehacientes que respalden sus hipótesis.
Desde marzo de 2011, Siria sufre disturbios provocados por grupos armados, patrocinados desde el exterior, cuyo objetivo consiste en derrocar el Gobierno de Damasco y allanar el campo para una injerencia extranjera.