Nueva York.- Isolda Peguero, la reconocida y versada periodista dominicana radicada por 30 años en esta Metrópoli defendiendo causas justas, respaldando asociaciones, clubes y diferentes comunidades, principalmente la criolla, y a la vez enfrentando “algunas injusticias” que han querido embestir a esos sectores y en ella han encontrado la voz que ellos no tienen para denunciarla, es considerada como una de las dominicanas con más méritos en Nueva York.
De figura delgada, firme, precisa, confiada, ojos negros vivos, mirada profunda y penetrante, de hablar claro y perfecto dominio del inglés, tamaño normal, sonrisa a flor de labios y color canela como la noble princesa indígena Anacaona, podemos afirmar que por informar se ha visto envuelta en méritos, sacrificios y sustos en sus tres décadas de trabajo, traduciéndose eso a más de 400 meses o 1,600 semana.
Todo ese tiempo ha sido distribuido entre decenas de países, o más bien por cientos de ciudades en todo el mundo durante su trabajo en Telemundo -Canal 47- por más de 20 años, tiempo en que se diferencia una generación humana.
Peguero, quien estudió periodismo en su país natal, llegó a Estados Unidos a los 22 años y posee en su haber decenas de reconocimientos gubernamentales, comunitarios y empresariales, entre ellos el galardón “Pico de Oro”, 5 veces premiada por La Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) y también por la Asociación de Comunicadores Hispanos; además, sus recientes trabajos por el canal 47 han sido nominados para dos premios Emmy (excelencia en la industria de la televisión estadounidense), uno de ellos por la cobertura de la elección del Papa Francisco.
Ha estado presente y ha informado de muchas tragedias y momentos extraordinarios que han marcado el mundo, entre ellos aquella mañana (8:45) del martes 11 de septiembre de 2001, cuando fueron derribadas las torres de World Trade Center y que por encontrarse en el lugar de los hechos, sintió miedo ante el caos y desorientación generalizada de policías, bomberos, detectives, periodistas y ciudadanos, pero cumpliendo con su deber de comunicar a millones de personas en todo el planeta de dicha catástrofe.
Asimismo, cuando asistió a Roma durante la toma de posesión del papa Benedicto XVI (Joseph Aloisius Ratzinger), quien fue elegido el 19 de abril de 2005 tras el fallecimiento de Juan Pablo II. “La misa en la Basílica de San Pedro, magno tempo del catolicismo, fue majestuosa e impresionante”, llegó a sostener la profesional de la comunicación.
Otro de los acontecimientos que recordará mientras vida tenga, fue llegar a finales de agosto de 2005 a Nueva Orleans, en pleno desastre del huracán Katrina, con la ciudad sumergida en la anarquía, la desolación, varios metros bajo agua; cadáveres flotando, miles de refugiados en techos, dejando todo eso decenas de miles de desamparados, más de 1,800 muertos, y daños materiales por encima de los 108 mil millones de dólares.
Cuando se le preguntó qué ¿cómo se define?, contestó: “polifacética. Ama la vida, el arte, la lectura, la música, le encantaría escribir un libro de su vida o tener su propio show, pero sobre todas las cosas amar a Dios.
Recuerda que su primer trabajo al llegar aquí fue de cajera en una tienda, después empezó a trabajar para una compañía publicitaria y de ahí pasó a ser reportera, iniciándose en el desaparecido periódico Noticias del Mundo y luego en la cadena WKDM.
Añade que “la radio fue su primer amor; logrando la experiencia para la televisión, al desarrollar la capacidad de improvisar, tener el dominio escénico, porque hay que ser actor ante la cámara”, subraya.
Cuando se le pidió suministrar algunas fotos con personas reconocidas y famosas que haya entrevistado, no vaciló en responder, prefiero suministrarte de mis gentes, aquí tienes estas; una con Joseíto Mateo, gloria del arte nacional, y la otra con sus compañeros de trabajo, remembrando ahí mismo que fue convertida en madrina “vitalicia” de La Gran Parada Dominicana de El Bronx, donde residen más de 240 mil quisqueyanos.
La periodista contrajo matrimonio recientemente (6 abril 2014) con el también reconocido comunicador José Zabala, acaparando y superando dicho acto nupcial los acontecimientos de carácter político, culturales, artísticos y comunitarios acaecidos en esos días dentro la comunidad criolla de Washington Heights.
EL NACIONAL.