EFE
ROMA. El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Angelino Alfano, apostó ayer por organizar en Libia campos para refugiados con “condiciones aceptables”, como solución para contener los flujos migratorios que parten del país hacia Europa.
Alfano comentó esta posibilidad al enviado especial de las Naciones Unidas para Libia, Ghassan Salamé, durante un encuentro de una hora que ambos mantuvieron en Roma, en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.
“Tenemos la ocasión de hacer que disminuya el flujo migratorio y organizar campos de refugiados en Libia. Debemos invertir en las organizaciones humanitarias internacionales para que estos campos de refugiados tengan condiciones aceptables desde el punto de vista del respeto de los derechos humanos”, dijo Alfano en una rueda de prensa conjunta celebrada al término de la reunión.
Otra solución al drama migratorio, según Alfano, es organizar “programas de repatriación voluntaria asistidos desde el punto de vista económico y de los derechos humanos” para las personas que ya se encuentran en Libia y que deseen volver a sus países de origen.
El drama migratorio es un desafío que afecta a Europa y que preocupa especialmente a Italia, que recibe actualmente al mayor número de migrantes que parten desde Libia para alcanzar Europa a través del Mediterráneo.
De hecho, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 116.692 inmigrantes y potenciales refugiados han llegado a Europa desde el 1 de enero hasta el 6 de agosto a través del Mediterráneo y, de ellos, 96.438 lo han hecho por Italia.
“Tenemos un objetivo que es el de dejar entrar menos inmigrantes a Libia (país de tránsito de subsaharianos y otros migrantes) con acciones como la inversión económica en países limítrofes. Cuantos menos entren, menos salen. Es prioritario disminuir el flujo de entrada” a Libia, destacó Alfano.
Por ello, el Gobierno transalpino ha decidido poner en marcha acciones como la de brindar “adiestramiento y formación” a los guardacostas libios para que combatan el tráfico de seres humanos o la de elaborar un código de conducta para las ONG que quieran seguir operando en rescates en el mar.
Además, recientemente ha aprobado el envío de buques militares a las aguas territoriales de Libia con el objetivo de combatir el tráfico, una misión que, según Salamé, es una solución válida.
“Sé que ha habido debate en Libia sobre este tema, pero creo que la cooperación y la transparencia en las relaciones bilaterales entre Italia y Libia es el modo más constructivo de tratar la situación”, declaró el enviado especial.
La ONU ampara en Libia al Gobierno de Unidad Nacional de Fayez al Serraj, con sede en Trípoli y escasa influencia en el resto del país.
El mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte en el este del país, ha rechazado el despliegue de la misión de patrullaje conjunto de las aguas territoriales libias aprobada por Italia.
“La inestabilidad en Libia es una prioridad absoluta y debe encabezar la lista de las prioridades de la agenda internacional”, dijo Alfano.
“Ha habido muchos mediadores y muchas mediaciones con cero resultados finales. La ONU debe asumir un liderazgo fuerte en Libia, si continuamos manteniendo diversos mediadores los resultados no llegarán”, añadió.
De la misma opinión se mostró Salamé al celebrar que “Italia apoye confiar en la ONU la gestión” de la situación en Libia.
“El pueblo libio será el primer beneficiado con la estabilización del país pero este es un asunto en el que debemos contribuir todos”, agregó.
Es primordial, agregó, que la comunidad internacional ayude en la construcción “de un Gobierno y una autoridad política reconocida, segura y estable”.
Adelantó que, entre las acciones que emprenderá de inmediato para intentar lograr esta meta, está la de mantener un diálogo intenso con las distintas partes implicadas, desde actores políticos hasta sociales, como colectivos de jóvenes y de mujeres.
Al mismo tiempo, subrayó que no le compete “decidir quién puede o no desarrollar un rol político en Libia”.
Así, se refirió a Hafter, para decir que “es un militar que puede tener ambiciones militares y políticas” y que “sería irreal ignorar una parte tan importante de Libia” en el proceso hacia su estabilidad.
Salamé visitará hoy la sede de la Comunidad católica de San Egidio en Roma.