Santo Domingo.- “Jamás intentaríamos quemar nuestra comida”, es la frase a la que se apegan los “buzos” del vertedero de Rafey, que salieron en peregrinaje hacia el Palacio Nacional en busca de ser reintegrados en el trabajo de reciclaje, del cual fueron sacados hace dos meses.
Aseguran que fueron sacados “como perros” por la alcaldía de Santiago, tras un incendio ocurrido en junio, hecho que les fue atribuido a ellos y que niegan con firmeza.
De los 400 recicladores que había en el vertedero de esa comunidad de Santiago, el pasado miércoles partieron 60, pero el cansancio y los problemas de salud comenzaron a debilitar al grupo de hombres, mujeres y niños que según sus afirmaciones “no buscan dinero, sino trabajo”.
“Estaba supuesto que llegaríamos hoy al Palacio, pero estamos muy agotados. Haremos una parada para llegar el lunes si Dios lo permite.”
José David García, buzo desde los 6 años de edad
Al llegar a Bonao, solo caminaban 36, en Villa Altagracia quedaban 31 y al municipio Pedro Brand, de Santo Domingo, llegaron 29 recicladores.
Mañana esperan estar frente a Palacio Nacional, pidiendo el presidente Danilo Medina que les deje trabajar en el proceso de separación de los desechos sólidos en el vertedero, trabajo que han realizado desde hace 30 años.
Con la bandera nacional y una cruz en las manos, los peregrinos de Santiago llegaron a Santo Domingo ayer cerca del mediodía, haciendo en horas de la tarde una parada en una fundación de reciclaje de la ciudad.
“Estaba supuesto que llegaríamos hoy al Palacio, pero estamos muy agotados. Haremos una parada para llegar el lunes si Dios lo permite”, expresó José David García, buzo desde los 6 años de edad.
El hombre hoy con 36 años, dijo que esperan que el mandatario los apoye y los tome en cuenta porque son padres de familia.
Salida
“Supuestamente ahí entró una compañía, entonces el síndico no nos tomó en cuenta y vendió el vertedero con nosotros adentro y eso no puede ser, nos sacaron como perros”, recordó García
David Rosario, uno de los “buzos” que no pudo concluir la meta, por problemas de salud, asegura que no son responsables del incendio en el vertedero y que todo fue una trampa del ayuntamiento para sacarlos.
Dijo que otros, al igual que él tuvieron que abandonar la peregrinación porque se les hincharon los pies, y algunos porque sobrepasan los 60 años de edad.
Explicó que el Ayuntamiento de Santiago negoció con una compañía llamada Cilpen Global, para reciclar los desechos sólidos en el vertedero y que en ese momento comenzó el calvario.
“La compañía le exigió que sacara a los recicladores y que le dejara el vertedero limpio, entonces la alcaldía usó la estrategia de incendiar el vertedero y acusarnos a nosotros”, dijo.
Contó que fueron sacados a punta de pistola por militares, quedando sin vía de sustento 400 personas.
Asimismo se quejó que todo el material reciclado que tenían listo para entregar, cartones, plásticos y vidrio, quedó destruido con el incendio. “Lloré mucho con esa situación, ver todos mis materiales quemados”.
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