Médicos del Balcom Palmer Eye Institute, un centro especializado en ojos de la Universidad de Miami, vinculado al Jackson Memorial Hospital, confirmaron ayer el diagnóstico sobre los daños irreparables que afectan el ojo izquierdo de la ingeniera Francina Hungría y la imposibilidad de recobrar la vista.
La profesional fue trasladada pasada la una de la tarde al centro de salud especializado ubicado próximo al hospital Jackson, donde permanece ingresada desde el viernes pasado, donde fue sometida a una evaluación médica y a un estudio de ecografía.
La paciente fue evaluada por la doctora Rebecca A. Shelds. De acuerdo a las explicaciones ofrecidas, el ojo resultó muy afectado, la retina está muy separada, por lo que el órgano presenta daños irreversibles. Aconsejó la colocación de prótesis como tratamiento estético, así como cirugía máxilofacial para corregir lesiones óseas, y mejorar la estética.
La ingeniera Hungría había perdido ya su ojo derecho, tras ser víctima de un disparo en la cara durante un asalto ocurrido el 23 del mes pasado en Santo Domingo y que lesionó el derecho. No obstante, el doctor Salomón Melgen, el primer médico que la recibió a su llegada a Miami, ha ofrecido su disposición de evaluarla nuevamente y explorar alternativas. La paciente continuará ingresada en el Jackson Memorial Hospital para ser sometida a cirugía maxilofacial.
El diagnóstico fue recibido entre llantos de parte de los padres y amigos que le acompañan. Ella se mantuvo muy fuerte. “Mami, no llore, tranquila, cálmate”, le decía con frecuencia cuando escuchaba el llanto de su madre. Tras escuchar el diagnóstico, el senador Félix Bautista, presidente de Fundi, entidad encargada de su traslado a Miami, dijo que es necesario legislar y tomar medidas drásticas para desarmar a la población civil. “El caso de Francina es doloroso y lamentable.
Una joven ingeniera con apenas 28 años, le han quitado la mitad de su vida en forma inesperada, que la justicia sancione con la pena máxima a los culpables”, señaló el legislador.
Además de los problemas oculares, la paciente presenta fracturas en el hueso de la mejilla y atrofia en nervios de la cara lo que le afecta la sensibilidad en la parte izquierda del rostro y dificultades para masticar.
Pese a estar aquejada con frecuencia de fuertes dolores de cabeza, Francina se ha mostrado durante su internamiento aquí amable y educada con todo el que la llama por teléfono o la visita en su habitación del Jackson Memorial Hospital donde se mantiene ingresada desde el viernes.
Se preocupa por la ropa que se va a poner, que le combine y se le vean bien. Se peina y además de pedir la opinión de sus padres le pregunta quiénes la visitan. “Doris, dime, ¿me veo bien así? Porque le pregunté a mami y para ella yo siempre estoy bonita”, pregunta con frecuencia.
En horas de la mañana había dicho que era difícil, porque ella es una persona muy quisquillosa, y ahora tener que depender de otros para todo, “yo hasta con mi ropa, siempre le decía a mami no me la organice, que yo lo hacía”, cuenta.
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