La caída del producto interior bruto (PIB) nipón en julio-septiembre, que sumergió este lunes a Japón en recesión técnica por los efectos de una histórica subida del IVA, aboca al país a la convocatoria inminente de unas elecciones anticipadas.
La evolución de la economía del archipiélago en el segundo trimestre del año mostró una contracción del 1,6 por ciento anualizado (del 0,4 por ciento a ritmo intertrimestral), según los datos publicados por el Gobierno.
El ministro de Política Económica y Fiscal, Akira Amari, se apresuró en señalar en rueda de prensa el efecto negativo que ha seguido mostrando el aumento del IVA del pasado abril, la primera que se ha llevado a cabo en el país en 17 años sobre la economía japonesa.
«El impacto de la subida del impuesto sobre el consumo ha sido mayor de lo que creímos inicialmente», se apresuró en señalar en rueda de prensa el ministro de Política Económica y Fiscal, Akira Amari, en relación al incremento del IVA del pasado abril, el primero en 17 años en el país.
El ministro, Amari destacó, los efectos nocivos del incremento del IVA, asunto sobre el que se prevé que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, base su estrategia económica a partir de ahora.
Mediante estos comicios, el jefe de Gobierno, Shinz? Abe, que llegó al poder en diciembre de 2012 con la promesa de sacar a Japón de su aletargamiento económico, busca someter a examen su plan para echar atrás la subida del gravamen y seguir adelante con su política de estímulos agresivos.
La idea, según subrayan analistas locales, es capitalizar lo impopular que resulta un incremento del IVA en Japón (que solo ha vivido tres en toda su historia y los ha castigado siempre en las urnas) en un momento en el que el opositor Partido Democrático (PD) apenas goza de simpatía entre el electorado.
Menos aún cuando fue el último Gobierno del PD, con el exprimer ministro Yoshihiko Noda al frente, el que defendió hasta la extenuación la subida del IVA en dos tramos (del 5 al 8 por ciento en 2014, y hasta el 10 en 2015) que acabó aprobando el hemiciclo en 2012.
De este modo, Abe y su Partido Liberal Demócrata (PLD) pretenden salir reforzados de estos comicios, que se celebrarían en diciembre, para cimentar aún más su dominio de la escena política nipona e implementar el «Abenomics» sin ataduras y con el beneplácito de las urnas.
Muchos economistas insistieron este lunes, en los peligros de retrasar la subida impositiva para la salud fiscal de Japón, el país desarrollado que cuenta con la mayor deuda pública del mundo (más del doble de su Producto Interno Bruto) y con un sistema de seguridad social cada vez más insostenible.
Los teóricos del «Abenomics» defienden en cambio que subir el IVA en octubre propinará otro duro golpe a la tercera economía del mundo y contrarrestará los efectos positivos que ha tenido hasta ahora el programa de reforma económica, que pretende que Japón logre cerrar el año próximo un ciclo deflacionario de dos décadas.