El laboratorio de criminalística de Luisiana está analizando varias piezas de evidencia para dar con el paradero de los responsables de la agresión contra la joven afrodescendiente. El FBI también investiga el hecho que ha calificado como un posible «crimen de odio».
Madre de la joven afrodescendiente informó que la víctima está en condiciones críticas. (Foto: telegraph.co.uk)
Una joven afrodescendiente fue atacada el pasado domingo en Luisiana, al centro-sur de Estados Unidos, por tres hombres vestidos con capuchas blancas que le rociaron un líquido inflamable, que le causó quemaduras de tercer grado, informó la prensa local.
Los agresores también pintaron con aerosol el capó del automóvil de la víctima y escribieron las iniciales «KKK» en referencia al grupo supremacista blanco Ku Klux Klan, así como un insulto racial, indicaron los medios.
Sharmeka Moffitt, de 20 años de edad, trató de apagar las llamas con agua de un grifo del parque de la ciudad de Winnsboro, en el noreste de Luisiana, antes que la Policía respondiera a su llamada al 911.
Su hermana, Michelle dijo al diario Times de Shreveport que Sharmeka «llamó al 911, luego ella me llamó. Ella dijo que había sido quemada, había sido incendiada».
Sharmeka se encuentra en el Centro Médico de la Universidad del Estado de Luisiana en condiciones críticas, en los brazos de la joven «hay quemaduras de tercer grado», mientras que «el pecho y las piernas hay quemaduras de grado uno. Básicamente, sus brazos están muy mal», informó su madre, quien agregó que los médicos «quieren quitar la piel muerta y colocar otra en su lugar».
«No tengo idea de quién lo hizo, pero quiero que paguen por lo que hicieron con ella», pidió la madre de la joven atacada.
Pese a que en el lugar donde se produjo el ataque no hay cámaras de vigilancia, el laboratorio de criminalística de la región está analizando varias piezas de evidencia para dar con el paradero de los victimarios.
El Buró Federal de Investigación (FBI, por su sigla en inglés) también investiga el ataque que ha calificado como un posible «crimen de odio». Hasta el momento no se han hecho arrestos, según el portavoz de la Policía Estatal de Luisiana, teniente Julie Lewis.
Sin embargo, el alcalde de Winnsboro, Jackie Johnson, afroestadounidense, afirmó que «no debemos sacar conclusiones apresuradas (…) No estoy totalmente convencido de que se trate de una agresión racista. Debemos mantenernos al margen de la investigación hasta que la Policía encuentre a los responsables».
Los investigadores, que no disponen aún de pistas o testigos, tampoco determinaron si se trata de un agresión arbitraria o si la víctima había sido elegida con premeditación, señaló la cadena local KLTV en su sitio en Internet.
La agresión causó vivas reacciones, principalmente en las redes sociales, donde muchos aseguran que la joven fue agredida porque vestía una camiseta con el retrato del presidente y candidato estadounidense, Barack Obama, lo que las autoridades desmintieron.
Para la noche de este martes está prevista una vigilia en el parque donde la joven fue agredida.
Estadísticas del FBI refieren un incremento en los llamados «crímenes de odio» en los últimos años. Además, el número de las denominadas «agrupaciones de odio» que operan en Estados Unidos aumentó en un 48 por ciento desde el 2000, según un informe del Southern Poverty Law Center (SPLC).