Maribel Ramírez, acompañada del dirigente comunitario Geovanny Coca, lamenta que su padre aún no la haya declarado. (Romelio Montero)
La joven Maribel Ramírez, de 17 años, está viva para contarlo luego de que una bala perdida se alojara en su cabeza durante siete días.El Viernes de Dolores, entre las cuatro y las cinco de la tarde, la adolescente se encontraba jugando con una niña frente a la vivienda donde reside, en la calle Fray Antón de Montesinos del sector nueva Isabela II, Los Guaricanos.
“Yo bajé y me puse a jugar con la bebita, y luego sentí un “corrientazo” y me caí. Luego me levantaron, me echaron agua y me llevaron a coser en la clínica que está cerca de aquí”, dijo Maribel.
En la clínica donde recibió los primeros auxilios la curaron y la despacharon a su hogar, sin que los galenos que le atendieron se percataran que llevaba alojada una bala en la cabeza.
Al otro día, la hinchazón ya le estaba cubriendo el ojo derecho, por lo que los vecinos la llevaron al hospital traumatológico Ney Arias Lora, donde siete días más tarde le extrajeron la bala.
Los vecinos se quejaron del servicio médico del hospital y denunciaron que de no ser por la intervención del diputado Carlos Guzmán, no se sabe cuál habría sido la suerte de Maribel, ya que pasó siete días con la bala alojada en la cabeza porque no tenía ni seguro médico ni dinero.
“Desde el primer día que se llevó al Ney Arias Lora había que hacerle una tomografía, pero no la hicieron porque la persona que llevó a Maribel solo tenía 900 pesos y el estudio costaba más de dos mil pesos”, dijo el dirigente comunitario Geovanny Coca.
Agregó que solo después que Carlos Guzmán se hizo responsable fue que procedieron a realizar el estudio, y el Jueves Santo fue operada.
Una de las cosas que más agradece esta víctima de la bala perdida, es la solidaridad de los vecinos, comunitarios y amigos.
Sus profesores en el Centro Educativo 2000, y compañeros de estudios realizaron una colecta, sus vecinos se esmeron en atenderla desde el primer momento del caso y la familia que desde hace cinco años la acogió como suya, le ha dado muestras de amor.
Ana de la Cruz, con quien vive la joven, dijo que este episodio sirvió a Maribel para cosechar estos sentimientos ganados a pulso con su comportamiento y dedicación.
“Nosotros la hemos acogido y somos su verdadera familia, ella ha encontrado el apoyo de todo el mundo aquí”, dijo De la Cruz.
Maribel, fue acogida por la familia De la Cruz desde hace varios años por medio de una pariente que visitó su pueblo natal. Actualmente reside en la calle Fray Antón de Montesinos, manzana 8 edificio D 104 en Nueva Isabela II, Los Guaricanos, Santo Domingo Norte.
Azotados por la delincuencia
El caso es investigado por la Policía, que busca determinar de qué arma salió el proyectil que se alojó en la cabeza de la joven. De su lado, los moradores denunciaron que en la calle Fray Antón de Montesinos los actos de delincuencia ocurren a todas horas del día, por lo que pidieron a la uniformada una mayor vigilancia. “Han ocurrido varios atracos en pocos días y después de las seis de la tarde uno tiene que estar en su casa porque los delincuentes no respetan ninguna hora para cometer sus fechorías y atemorizar al sector” dijo el dirigente comunitario José Coca.
A sus 17 años, Maribel no está declarada
El difícil episodio vivido por Maribel, tras ser impactada por una bala perdida, también pone al descubierto otro capitulo de su vida, el cual involucra a sus padres biológicos. Con el rostro entristecido expresó que a pesar de que sus padres están enterados de lo ocurrido, no la han visitado. “Me siento muy mal, porque con esta situación los necesito”, dijo. Otra preocupación de la joven es que aún no posee acta de nacimiento, según ella, por falta de interés para declararla.
“Lo único que yo quisiera es pedir que alguien concientice a mi papá, para que me resuelva lo del acta de nacimiento, porque todavía no me la han buscado y yo necesito estudiar y ser alguien”, dijo Maribel. Agregó que en cualquier momento en el colegio, donde cursa el séptimo grado, le pedirán el acta de nacimiento y no podrá seguir estudiando, lo que troncharía sus deseos de tener un futuro diferente al que le ofrecen sus progenitores. Maribel es la segunda de tres hijos de Milcíades Ramírez de 42 años y Rosadis Vega, quienes viven en la comunidad rural Sabana de Nisibón, provincia El Seibo.
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