La Bondad Después de la Bellaquería

Por José Cabral

En cada gobierno dominicano hay un personaje que sobresale sobre los demás en lo que tiene que ver con acumulación de fortunas a la sombra del Estado.

Ahora se trata de Félix Bautista, quien de acuerdo a lo que se dice maneja una fortuna de miles de millones de dólares, mientras los niveles de pobreza aumentaron en los últimos años en la República Dominicana.

Félix Bautista es uno o el más beneficiado de la tragedia haitiana tras una solidaridad cobrada con creces por los corruptos dominicanos, encabezados por el ex-presidente Leonel Fernández.

Bautista en vez de estar en libertad debía estar en una de las cárceles nacionales por malversar fondos destinados a muchas obras públicas manejadas a través de la llamada Oficina Supervisora de Obras del Estado.

Este hombre, señalado como el testaferro de Leonel, se ha convertido en el protector de los desposeídos a través de una fundación que recoge ciegos, pedigüeños y personas carentes de recursos económicos para someterse a una intervención quirúrgica y seguir tratamientos médicos.

Félix Bautista ahora ve lo que no veía antes, recurso que parece ser usado para proyectar una bondad que no existe, una sensibilidad y un desprendimiento que se utiliza para conseguir impunidad.

Desde hace algunos años que Bautista anda vestido de filántropo, condición que otorga inmunidad en la República Dominicana, sobre todo frente a los beneficiarios de su supuesta benevolencia.

Pero de toda su bondad la que más ha impactado es la que tiene que ver con su aparición pública al lado de una familia que busca desesperadamente salvar a su hija de la ceguera total.

 Se trata concretamente de la ingeniera Francina Hungría, víctima de unos delincuentes que la despojaron de su vehículo luego de cometer un asalto y dispararle en la cara, hecho que ha conturbado la conciencia nacional.

Ahí ha estado presente la desesperada búsqueda de impunidad a través  de la fingida bondad de Félix Bautista.

De todas sus andanzas, sin dudas que ésta ha sido la más traviesa.

La más molestosa.

La que proyecta una imagen de este personaje que no se corresponde con la verdad.

En las acciones aparentemente bondadosas de Félix Bautista no hay otra cosa que la continuación  de su bellaquería.

La manipulación de Bautista lesiona la conciencia nacional por venir de un personaje oscuro y tenebroso como el susodicho.