Campaña electoral a destiempo es irrespeto a la ley por PRM,PLD y FP y por precaria institucionalidad.

El pasado fin de semana fueron varias las caravanas que se montaron tanto en la capital como en pueblos del interior del país, en las que se revela hasta dónde la República Dominicana carece de un nivel de institucionalidad y que no hay forma de parar las violaciones a la ley.

El sábado Luis Abinader conjuntamente con el candidato del PRM en el municipio y su propuesta a nivel de la provincial de Santiago realizaron una caravana que recorrió prácticamente todos los barrios de la zona norte de la segunda ciudad en importancia del país.

En la misma tanto Abinader como Ulises Rodríguez y Eduardo Estrella iban subidos en una jeepeta preparada para la ocasión, lo cual quiere decir que la campaña que debe iniciarse en el mes de marzo ya arrancó al margen de la resolución de la Junta Central Electoral.

De los tres, el único que está autorizado para hacer campaña hasta el mes de febrero lo es Ulises Rodríguez por ser el candidato a alcalde por Santiago y podría ser interpretativa la participación de Abinader, ya que se podría alegar que se trata  de un apoyo  en favor de su candidato a síndico por el municipio.

Sin embargo, la consigna principal de la caravana era en favor de Abinader, no de Rodríguez, lo cual permite colegir que se trata de una campaña electoral en favor del candidato presidencial más que del aspirante a alcalde.

El propio hecho de que en la caravana también participe Eduardo Estrella dice claramente que se está frente a una campaña electoral a destiempo de los que aspiran a la presidencia de la República, así como al Senado y a la Cámara de Diputados.

El asunto es todavía más grave porque todos hacen lo mismo, tanto el partido de gobierno como los de oposición, en franca violación de la ley y de la disposición de la Junta Central Electoral, la cual se muestra bastante tolerante con la irregularidad.

El problema es de mucha mayor preocupación cuando Gonzalo Castillo y Leonel Fernández hacen lo mismo sobre la base de que promueven sus candidatos a las elecciones municipales que se habrán de celebrar el próximo 17 de febrero del  2020.

Otro que también se ha sumado a esa violación de la ley lo es el presidente Danilo Medina, quien ha participado  en una serie de caravanas y mítines del Partido de la Liberación Dominicana en favor de sus candidatos a alcaldes, directores, regidores y vocales de los diferentes municipios y distritos municipales de todo el territorio nacional.

El mal precedente que sientan todos los partidos en lo que respecta a la violación de la ley sobre la materia promueve irrespeto frente a la autoridad que representa  la JCE, lo cual  podría significar que la autoridad competente ha perdido   la moral para regular un proceso electoral sumamente importante para la democracia dominicana.

Ha sido mucho lo que se ha dicho sobre las violaciones cometidas también por el candidato oficialista Gonzalo Castillo, quien gastó una cantidad de recursos económicos que sobrepasa lo dispuesto por la JCE, sin que nadie esté en capacidad de auditar los mismos.

La cuestión es tan compleja que nadie tiene moral para enfrentar el asunto, ya que tanto el partido de gobierno como la oposición incurren en la misma violación, lo cual envía el claro mensaje de que la República Dominicana carece de la institucionalidad necesaria para imponerle respeto al actual proceso electoral, el cual parece una guerra salvaje por el control del Estado, no precisamente para mejorar su eficiencia y fiscalización, sino para depredar el patrimonio público con la absoluta impunidad que propician los propios actores de la vida política nacional.