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Condena por ¨¨ácido del diablo¨¨ debe ser para todo intolerante y criminal que cometa un acto de tortura y barbarie. – La Republica Online

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Condena por ¨¨ácido del diablo¨¨ debe ser para todo intolerante y criminal que cometa un acto de tortura y barbarie.

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Por Elba García

En el marco de la teoría del derecho penal se habla regularmente del tipo de sanción que se le debe imponer a todo el que comete un crimen, cuyas opciones son 30 años en la cárcel con una pena de reclusión mayor como está consignado en el Código Penal Dominicano, pero hay quienes entiende que la tendencia en la actualidad es evitar la prisión y mucho más aquella de larga duración.

Los que sostienen o se inscriben en esta tesis tienen mucha razón desde el punto de vista de que el fin de la condena es lograr la reinserción social y la regeneración del presidiario, ya que se ha demostrado que el encierro no necesariamente trae consigo estos resultados.

Esta visión del crimen y el delito ha logrado avanzar lo suficiente en muchos lugares del mundo, pero en la República Dominicana esta teoría todavía no ha tenido mucha cabida en razón de que la gente ve como impunidad cuando al que comete un crimen horrendo se le otorgan facilidades para que cambie su conducta.

La propia medida de coerción ha generado muchos debates al respecto, pero el mensaje del sistema de justicia obedece a que la sociedad dominicana ha vivido por muchas décadas bajo la figura conocida como impunidad y si un imputado no recibe la prisión preventiva es como si se hubiera premiado su mala conducta.

En virtud de esa teoría del derecho penal es que en el país se introdujo lo que se conoce como la reforma del sistema penitenciario nacional, que no ha sido otra cosa que humanizar las cárceles y que al final se logre cumplir con el cometido de reinsertar y regenerar al reo.

Sin embargo, la condena impuesta este jueves a los que le rociaron ¨¨ácido del diablo¨¨ a Yocairy Amarante, creó una fuerte presión en el tribunal penal para que fuera severo con el caso de tres individuos que por unos centavos le arruinaron la vida a una muchacha de 16 años de edad.

Por esta razón, el juez acogió un pedido que había hecho el Ministerio Público tras una exhortación de la Procuradora General de la República, Miriam Germán, para que los fiscales del país den el mismo tratamiento a los casos que tengan que ver con ¨¨ácido del diablo¨¨, cuya sustancia deforma para siempre el rostro de sus víctimas, a fin de que los mismos sean declarados como crímenes de torturas y de barbaries.

Y la verdad que no es para menos y en ese mismo contexto cómo se explicaría otro tipo de sanción para estos jóvenes que por unas monedas han arruinado la vida de un niña de 16 años de edad, aunque este tipo de hecho es cruel e inhumano para cualquier persona que lo sufra, por lo que la condena que les impuso el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional a los tres responsables del hecho de 30 de años de reclusión mayor surte un efecto para otros que quieran incurrir en el mismo crimen..

La pregunta que surge a propósito de lo planteado más arriba sobre la corriente del derecho que no está de acuerdo con la prisionalización, ya que lo que se busca es no revictimizar al condenado, porque al final de cuentas son unos individuos que son producto de la falta de civilización y de la no adaptación a la vida en sociedad, pero qué otra cosa se podía hacer.

Pero de qué otro modo cómo se puede resarcir a la sociedad y a la víctima si no es a partir de una justicia fuerte y vigorosa que envíe un mensaje de que un hecho de tortura y barbarie no va a ser tolerado y que no debe volver a ocurrir en la sociedad dominicana.

Willy Antonio Javier Montero, ex pareja de la victima y autor intelectual del hecho, así como Pedro Alexander Sosa Méndez (Alex) y Joan José Feliz (Pinol), quienes lanzaron la sustancia, pagarán con 30 años de reclusión mayor en la cárcel del 15 Azua, cuya condena implica una advertencia de que los casos iguales como éstos que ocurran a partir de ahora recibirán el mismo tratamiento por el sistema de justicia.

Otra pregunta que se impone es qué podría ocurrir en un país como la República Dominicana si ésta no hubiera sido la condena y si el caso no recibe la tipificación de un caso de   tortura y de barbarie, porque en entonces los que se dedican a estos crímenes tuvieran luz verde para continuar con sus andanzas al margen de la ley.

Todavía falta  otro caso que tiene que ver con una joven nativa de Gaspar Hernández,  que no tuvo la misma suerte que Yocairy, porque como resultado de la agresión con ¨¨ácido del diablo¨¨ perdió la vida y los autores del hecho están prófugos, quienes en el momento en que sean apresados recibirán la misma pena que los del hecho narrado más arriba.

Estos casos parten el alma porque mujeres indefensas son victimas de unas agresiones que conllevan quemaduras que les deforma su cuerpo y su rostro y las condenan a vivir en un total aislamiento de la convivencia con los demás, pese a que hay muchas que logran reponerse, pero hay otras que llevan esa carga por toda su existencia.

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