La Corrupción Como Cultura Nacional

Por José Cabral

A partir del día de hoy se publica en el periódico Hoy la encuesta Gallup, la cual revela que un 89 por ciento de la población reconoce el grave problema de la corrupción.

Sin embargo, a pesar de que un 16 por ciento la atribuye a la falta de empleos,  el 13 por ciento a la mala administración de los gobiernos, el 10 por ciento a la delincuencia, el 9 por ciento al tráfico y consumo de drogas, el 7 por ciento a la ambición de las personas por el dinero y un ínfimo 6 por ciento a la impunidad, nótese que una porción muy baja de la población le atribuye responsabilidad con el flagelo a los que controlan el Estado.

El asunto pasa de gris a oscuro, por decirlo de alguna manera, cuando el 67 por ciento dice que se puede hacer algo en contra de la corrupción, pero un porcentaje considerable de un 31.4 por ciento estima que no se puede hacer nada para evitarla.

En una investigación internacional acaba de comprobarse que el país invierte unos 90 mil millones de pesos del Producto Interno Brutos en corrupción.

La dimensión del problema es más preocupante cuando la encuesta Gallup arroja como resultado que un 60.2 por ciento de la población no toma en cuenta la corrupción cuando se trata de dar el voto, pese a que un 37 por ciento considera que ese elemento sí debe valorarse al momento del sufragio.

Ese detalle explica hasta dónde existe tolerancia con uno de los fenómenos que mantiene sumergida la nación en el atraso y la pobreza.

En la República Dominicana siempre ha existido el criterio que no importa que tanto robe un funcionario si reparte una migaja de lo sustraído.

En la práctica esa expresión popular ha traído como consecuencia que la gran mayoría de los políticos sea reelecto en sus cargos con votaciones que están asociadas a qué tanto han robado en la administración pública.

Este cuadro provoca que todo el que incursiona en la política tenga en agenda como punto 1-A llevarse a sus bolsillos lo que no es suyo.

La encuesta arroja resultados muy contundentes, que incluso podría ser una razón muy poderosa para que la gente preocupada con la corrupción se sienta frustrada y desanimada.

Sin lugar a  ninguna duda, la encuesta es una especie de espaldarazo en favor de los que depredan el patrimonio público.

Incluso, ahí parece descansar el alto apoyo popular que mantiene el presidente Danilo Medina a pesar de los grandes escándalos de corrupción y los crímenes de Estado ocurridos en los últimos meses en el país.

El futuro se proyecta oscuro y preocupante para los que aman profundamente a sus hijos, sus nietos y todos los suyos.