AGENCIAS
El problema afecta en mayor medida a infantes que viven en la pobreza en países ricos
GINEBRA. La desigualdad que afecta al segmento de niños más desfavorecidos en los países ricos persiste, debido a que las mejoras registradas han sido limitadas y en varios casos las desventajas que enfrentan los menores de las familias más pobres incluso han aumentado en la última década.
Este es el principal diagnóstico de un informe presentado ayer por UNICEF sobre la desigualdad en el bienestar infantil en los países ricos, que clasifica a 41 países, incluidos los de la Unión Europea y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
De manera general, el estudio ha establecido que los ingresos de los hogares que están por debajo de la media han crecido de manera más lenta que los que están en la mitad superior, lo que acentúa la pobreza y privación entre los niños del primero grupo.
Sin embargo, UNICEF mide los niveles de desigualdad entre los niños no sólo en función de los ingresos de sus familias, sino de la educación que reciben, de su salud y de acuerdo al nivel de satisfacción que ellos mismos expresan.
Uno de los datos que más llama la atención es que dos de los países más ricos del mundo, Japón y Estados Unidos, están en el tercio inferior de la clasificación de desigualdad según el ingreso.
En ambos países el ingreso de un hogar que está en el diez por ciento de los más pobres es 40 veces inferior al de la media.
Si se combinan todos los criterios de evaluación, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suiza y Austria ocupan las primeras cinco posiciones, mientras que en las últimas -y en orden ascendente- están Israel, Turquía, Bulgaria e Italia.
Países como Chile y México, que forman parte de la OCDE, no han aportado datos suficientes sobre todos los criterios de análisis.
Tras esta evaluación, los expertos de UNICEF reconocieron que el nivel de ingreso y la situación familiar anticipan de manera importante las oportunidades de éxito de un niño.
A medida que las desigualdades de ingresos se acentúan en los países ricos, lo mismo ocurre con su desempeño en términos educativos, de salud y en la satisfacción de sus vidas.