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Elección de nuevos miembros de Cámara de Cuentas podría representar un capítulo más en la continuación del fortalecimiento institucional.
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El senado de la República escogió a los cinco nuevos miembros de la Cámara de Cuentas, la cual ha constituido desde hace muchos años un instrumento para la tolerancia y hasta la promoción de la corrupción en el país.
La elección recayó sobre cinco profesionales académicos, cuatro ellos del área de la contabilidad y un quinto de las ciencias jurídicas, cuya escogencia representa un avance en lo que tiene que ver con la equidad de género, porque tres mujeres conforman el importante órgano.
Durante muchos días persistió la amenaza de que personajes del mundo de la política partidista fueran los escogidos, lo cual quería decir que la República Dominicana continuaría con una Cámara de Cuentas, que en vez de servir de control del manejo inadecuado de los fondos públicos, estimularía el mal uso de los dineros del erario para enriquecer a determinados individuos del sistema de partidos.
Sólo falta ver si los nuevos miembros de la Cámara de Cuentas cumplen con su sagrada misión de supervisar y fiscalizar el uso de los recursos económicos públicos, a fin de que el dinero del Estado sea una vía para mejorar los servicios fundamentales que ofrece el Estado al ciudadano.
Siempre se ha dicho y nadie lo duda que con los recursos del Estado sustraídos por los políticos en el país pudieran existir por lo menos tres repúblicas dominicanas de igual tamaño o más grande que la que se tiene, porque el dinero robado representa lo que se necesita para tener un mejor país.
Por lo menos amplios sectores de la vida nacional consideran que los cinco nuevos miembros de la Cámara de Cuentas no tienen vínculos fundamentales con los partidos políticos, lo cual quiere decir que no recibirán órdenes de éstos para tapar lo mal hecho y asimismo sumarse a la corrupción que se produce históricamente en el país.
Este jueves concluye la gestión de la vieja Cámara de Cuentas, cuyos miembros pasan por un proceso de investigación por parte del Ministerio Público por alegadamente dedicarse a maquillar auditorias con el fin de favorecer a determinados funcionarios del pasado gobierno y de otras administraciones.
En esta ocasión por lo menos el Partido Fuerza del Pueblo (FP) intentó establecer una negociación para colocar a uno de los suyos al frente de la Defensoría del Pueblo a cambio de que esa organización apoyara algunas de las ternas que fueron presentadas al pleno del Senado para escoger la nueva Cámara de Cuentas.
Ahora falta esperar cuál será el comportamiento de la nueva Cámara de Cuentas y si realmente el país está frente a un verdadero desarrollo institucional que tanta falta hace en la República Dominicana.