CH07. SANTIAGO DE CHILE (CHILE), 06/05/2014.- Jugadores de la selección nacional de fútbol de Chile durante un entrenamiento matinal hoy, martes 6 de mayo de 2014, en el complejo deportivo Juan Pinto Durán en Santiago (Chile). La selección chilena se entrena para preparar los partidos amistosos contra Egipto e Irlanda del Norte, previo a su participación en el Mundial Brasil 2014. EFE
LAUSANA, Suiza, 06 Mayo 2014 (AFP) – La FIFA “ha vivido un infierno” durante los preparativos del Mundial de Brasil por los numerosos interlocutores con los que ha tenido que negociar, declaró este martes por la noche el secretario general del organismo Jerome Valcke, durante un foro en Lausana (Suiza).
“Como en Brasil hay algunos políticos que se oponen al Mundial, hemos vivido un infierno, sobre todo porque hay tres niveles políticos y porque ha habido un cambio, hubo elecciones y no discutimos forzosamente con las mismas personas, por lo que era complicado repetir cada vez el mismo mensaje”, dijo Valcke.
“Quizá haga falta que sea la más alta autoridad que represente a un pueblo la que se asocie a la decisión de una candidatura y no simplemente un gobierno, un jefe de Estado o sus ministros, que con el tiempo pasan”, añadió el número dos de la FIFA.
El dirigente francés, que visitará de nuevo Brasil a partir del 18 de mayo, insistió en que no es la FIFA la que organiza el Mundial, sino Brasil la que organiza el campeonato en 12 ciudades: “Apoyamos a Brasil para garantizarnos que sea un éxito porque toda la FIFA se basa en el éxito de la Copa del Mundo”.
“Si el mundial es un fracaso, tenemos un problema y nosotros, la FIFA, estaremos en una situación comprometida”, añadió.
La FIFA recibirá el 21 de mayo los estadios de Brasil para “el periodo de uso exclusivo” que le permitirá, entre otras cosas, instalar todo el sistema necesario para retransmisión de los partidos.
“Deberíamos haber recibido los estadios en diciembre, vamos a recibirlos el 15 de mayo”, criticó Valcke.
“Es un poco más tarde de lo previsto, pero también somos personas que sabemos adaptarnos”, dijo el dirigente, que espera que los problemas vividos en Brasil no se repitan en Rusia para el Mundial-2018.
“Si puedo pasar un sólo mensaje oficial, es que Rusia no se crea que entregar un estadio el 15 de mayo es una referencia. Espero que se respetarán los plazos”, declaró.
Pese a los retrasos, el secretario general se mostró positivo: “No digo que todo estará acabado, pero en lo que se refiere a los estadios, en lo que necesitamos y por lo que hemos dialogado constantemente, rebajado nuestras pretensiones, nuestras necesidades, tendemos lo necesario para asegurar al conjunto de periodistas, los equipos, las aficiones y los árbitros una Copa del Mundo que será, si además se puede borrar para Brasil el drama de 1950, un recuerdo extraordinario”, concluyó.
Doce estadios en Catar, un sinsentido
Valcke también se refirió al Mundial-2022 que se celebrará en Catar y calificó de “sinsentido” construir 12 estadios en el pequeño emirato.
“Yo fui el primero en discutir con Catar para decir que 12 estadios era un sinsentido, que 10 era un sinsentido y que ocho es el número adecuado con respecto al tamaño del país”, declaró Valcke en el mismo foro.
Catar preveía construir 12 estadios para albergar el Mundial-2022, pero negocia con la FIFA una reducción del número de instalaciones.
La FIFA impone un mínimo de ocho estadios para albergar una Copa del Mundo.
Otra polémica que afecta al mundial catarí es la fecha del torneo. Previsto en un inicio para el verano (boreal), Valcke insistió que se jugará en invierno.
“Creo que todo el mundo lo ha dicho ya y lo ha repetido, ahora falta saber cuándo se jugará en invierno”, una decisión que tomará el comité ejecutivo de la FIFA “en marzo de 2015″.
En cuanto a las difíciles condiciones de trabajo de los obreros que construyen las instalaciones mundialistas en Catar, la mayoría inmigrantes asiáticos, Valcke aseguró que la “FIFA no avalará nunca la muerte de alguien”, pero añadió que sin el Mundial nadie se hubiese interesado en esos trabajadores.
Algunas ONG han calificado de esclavitud el trabajo de esos inmigrantes en Cata