La inseguridad ha variado la rutina de vida de las personas en hogares y empresas de Santiago, donde además de reforzar la seguridad, se han tomado otras medidas para garantizar su integridad.
Para proteger sus hogares y negocios muchos refuerzan puertas, colocan cadenas, más candados, aumentan la altura de las verjas, incluso las ponen por fuera y por dentro. Además, se colocan controles automáticos en las puertas, cambian las rutas para transportarse; han variado la rutina de visitas y de diversión y hasta las personas que se ejercitan con caminatas cargan consigo un palo y o un tubo para protegerse.
Algunos colocan cámaras de seguridad o se deciden por contratar un guardián a una empresa privada, lo que aumenta el presupuesto económico, sobre todo a los que no cuentan con un salario de lujo, como es la realidad de la mayoría de los dominicanos. Otros han tenido que sacrificar parte de sus noches para, junto con otros vecinos, montar vigilancia en los sectores donde viven. Los perros son otra opción, pero corren el riesgo de ser envenenados, como ha ocurrido en innumerables ocasiones.
La gente dice estar harta de una situación que se agrava con el paso de los días, sin que se sienta una respuesta efectiva de las autoridades, lo que ha llevado a que algunos comunitarios quieran tomar la justicia en sus manos, con los llamados linchamientos.
Personas que jamás imaginaron que poseerían un arma de fuego, han optado por adquirirla, aunque las armas son una tentación para los ladrones.
Arrodillados
Para los delincuentes no hay tarea imposible, se lo roban todo y donde quiera que sea. Sin embargo, uno de los sectores más vulnerables son las bancas de lotería y de apuestas, mayormente atendidas por mujeres jóvenes, a las que les ha tocado vivir el trauma de ser atracadas una o más veces y en ocasiones hasta han sido golpeadas.
Los propietarios de estos negocios han instalado cámaras de vigilancia o han contratado vigilantes. Pero resulta que los guardianes también son presas de los delincuentes que andan detrás de las armas de fuego y son muchos los que han muerto o han sido asaltados mientras cumplen con sus tareas.
“La gente que trabaja está tras las rejas, mientras los delincuentes están en las calles”, es la observación que hizo el general retirado Héctor Julio Guzmán Medina, quien es dueño de VEDOSA, una compañía de vigilantes privados.
A pesar de que se observan más personas en labores de vigilancia, Guzmán Medina asegura que las compañías de guardianes están estancadas, debido a que muchos confían a particulares sin preparación en el cuidado de su integridad y sus bienes, solo para ahorrar unos pesos. Dijo que a ese mercado han incursionado muchos inmigrantes haitianos.
Aseguró que la delincuencia se incrementa ante la falta de oportunidades y que los jóvenes se dejan llevar por el que consigue bienes de manera fácil, por lo que terminan por unirse a las pandillas o bandas que crecen en los diferentes sectores.
Ante esta situación, Guzmán Medina llamó a las autoridades a invertir en educación y a utilizar los medios de comunicación para llevar orientación efectiva, sobre todo a la juventud y a los niños que se desarrollan en esos ambientes.
Con relación a la instalación de las cámaras de seguridad, explicó que por sí solas no garantizan la seguridad de una vivienda o negocio, además de que se venden en el país muchos equipos malos y con instalación inadecuada.
En el caso de su empresa, dijo que cuenta con 112 hombres fijos y da servicios de seguridad VIP, de choferes, guardaespaldas, para eventos artístico y asesoría para empresas. El salario de un vigilante ronda entre RD$8,000 y RD$10,000 al mes y el cobro de las compañías lo supera por mucho, lo que justifican en que deben garantizar seguro médico y plan de pensiones, entre otras.
Algunas empresas tienen su propia seguridad
“La gente siente que las instituciones no cumplen su rol y por estos se ven obligados a contratar los servicios de seguridad privada, dijo Amaury Carvajal, encargado de Seguridad Especial, una compañía que surgió para brindar seguridad a las empresas del Grupo Linda.
Carvajal coincide con otros sectores y entienden que el desempleo y la situación económica influyen en el aumento de los hechos delictivos, aunque también las influencias del entorno y la formación en los hogares. En tanto que el general retirado Héctor Julio Guzmán Medina dijo que garantizar una policía efectiva requiere de mejor preparación y educación. también cree que los policías municipales deben ser mejor orientados.
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