Irrespeto a la diversidad y el intento de homicidio adornan batalla por tres causales en el país.

Por Elba García

Desde hace mucho tiempo la lucha por las tres causales ha sido un mecanismo para que gente con falta de sensatez recurra a los peores métodos para combatir al que mantiene una posición contraria a la suya o que preconizan lo contrario.

Esta lucha que se ha radicalizado con el conocimiento del nuevo Código Penal Dominicano, lo cual ha llevado a los defensores de las tres causales a instalar un campamento en favor de su causa en los alrededores del Palacio Nacional, ya tiene niveles más que preocupantes.

Desde ese campamento han salido a la superficie una serie de intenciones que además de intolerante revelan hasta donde llegan los propósitos criminales de los que se oponen a la posición que mantiene una gran cantidad de mujeres y hombres para que en el país se permita el aborto a partir de las tres causales.

Entre los acontecimientos más preocPreocupante ha sido el hecho de que alguien lleno de odio envíe unos biscochos a las manifestantes en favor de las tres causales en nombre de alguien que comparte esa demanda y lograr envenenar a una docena de personas, lo cual desdice a los que están en una posición contraria, dado que sostienen que la vida es desde la concepción hasta la muerte, pero entonces atentan contra  la de otros.

Este intento de homicidio tiene el ingrediente de que el biscocho había sido adornado con algunas sustancias tóxicas además  de drogas, lo cual deja claro que no sólo se buscaba matar a muchas de estas mujeres, sino también desacreditarlas sobre la base de vender la idea de que son consumidoras de estupefacientes.

Esta propuesta de las tres causales también está revestida de una lucha a otro plano, consistente en plantear la creación de un mecanismo legal para que sea la población la que decida al respecto, lo cual constituye un contrasentido.

Esta posición que proviene del presidente Luis Abinader de que en el país se convoque un referendo para sea la gente la que decida sobre el particular constituye un contrasentido en virtud de que los derechos no se someten a ese tipo de valoración.

Las tres causales que ahora tienen un ingrediente preocupante y es la intención criminal de aquellos o por lo menos de algunas personas que no comparten la propuesta al respecto, lo cual ahora abre un expediente en el ámbito penal de un pedido que se circunscribe al derecho civil.

La Procuraduría General de la República ya ha anunciado que iniciará las investigaciones pertinentes para determinar quiénes están involucrados en el intento de homicidio en contra de los promotores de las tres causales, a fin de procesarlos en función de las leyes penales del país.

El asunto se torna muy preocupante porque se ha producido una radicalización en el ámbito de la lucha de las tres causales, porque hay mucho de intolerancia e irracionalidad de los que se oponen a esta propuesta y podría decirse hasta de odio.

Todo parece indicar que esta lucha, que parece que va a tener un gran impacto político en virtud de que sectores de la vida nacional consideran que tanto el presidente Luis Abinader como su partido, el Revolucionario Moderno, han faltado a su palabra empeñada, cuya realidad es que esta organización ha sido recurrente en no cumplir con lo prometido.

Las tres causales serán parte del diario vivir de los dominicanos hasta tanto no haya un desenlace en la dirección de respetar los derechos de la mujer, porque la verdad es que los poderes fácticos que rechazan esta propuesta tienen la fuerza para desviar cualquier intención de establecerlas en la República Dominicana.

Esta no es la primera vez que la irracionalidad vence la racionalidad y que los que tienen el poder para imponer sus puntos de vista, no importa que tan equivocados sean, logran sus propósitos sobre la base del control que mantienen sobre la vida institucional de la nación.