Por FRANCE 24
NACIONES UNIDAS.- La hambruna en el norte de Gaza -donde han quedado atrapadas cerca de 300.000 personas por los combates- es «inminente». Es la conclusión de la agencia alimentaria de la ONU, que este lunes 18 de marzo publicó un informe al respecto.
La Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC) sostiene que el 70% de las personas en el norte de Gaza se enfrenta a los niveles más críticos de escasez de alimentos y riesgo de hambruna, muy por encima del umbral de hambruna del 20%.
La mitad de la población o alrededor de 1,1 millones de personas experimentan una inseguridad alimentaria «catastrófica», según el monitor.
Además, hay probabilidades muy altas de que esta situación se extienda por toda la Franja aproximadamente en julio. Y, sin un alto el fuego a la vista y con la incursión de Israel en Gaza inminente, la agencia estima que la muerte masiva en medio de esta situación de inseguridad alimentaria es también una realidad para el enclave.
«Este es un desastre totalmente provocado por el hombre, y el informe deja claro que se puede detener», dijo António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, a los periodistas en Nueva York.
Para el organismo, la solución es una: un alto el fuego que permita el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza con total seguridad. Por eso, La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha instado este mismo lunes a que se permita el acceso inmediato a la Franja de Gaza y a un cese el fuego.
«Las acciones necesarias para prevenir la hambruna requieren una decisión política inmediata para un alto el fuego, junto con un aumento significativo e inmediato del acceso humanitario y comercial a toda la población de Gaza (…) Se deben hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar el suministro de alimentos, agua, medicinas y la protección de los civiles, así como para restablecer y proporcionar servicios de salud, agua, saneamiento y energía», apunta el informe.
Su conclusión es igualmente clara: si no se toman medidas al respecto -el ya mencionado cese de hostilidades y el acceso para brindar ayuda humanitaria- la situación en el enclave solo empeorará.
Reacciones internacionales
La presión sobre Israel por parte de la comunidad internacional, incluyendo a sus socios, es cada vez mayor. Incluso Estados Unidos, aliado histórico de Israel, pidió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, «actuar con prudencia» y permitir la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.
“El presidente Biden habló con el primer ministro Benjamín Netanyahu para discutir los últimos acontecimientos en Israel y Gaza, incluida la situación en Rafah y los esfuerzos para aumentar la asistencia humanitaria a Gaza”, dijo la Casa Blanca este 18 de marzo en un comunicado.
Pero Israel ya ha dejado claro que no piensa ceder y que, para «acabar hasta con el último miembro de Hamás», procederá con su incursión en Rafah, zona del sur del enclave, fronteriza con Egipto y donde cerca de 1,5 millones de gazatíes desplazados han buscado refugio ante los ataques mortales israelíes.
“Ninguna presión internacional impedirá que alcancemos todos los objetivos de nuestra guerra (…) en Rafah, tomará algunas semanas, pero ocurrirá”, sostuvo Netanyahu el 17 de marzo.
Pero los datos indican que, en el enclave, donde se refugian cerca de 1,5 millones de personas, la mayoría son civiles. Un hecho que la comunidad internacional también denuncia.
Este lunes, tras el anuncio de la ONU, la Unión Europea acusó a Israel de provocar la hambruna y utilizarla como arma para tener ventaja en este conflicto.
«Gaza se enfrenta a la hambruna. Según el informe del IPC, el 100% de las personas padece inseguridad alimentaria aguda; en el norte, el 70% se enfrenta a la hambruna. El hambre no puede utilizarse como arma de guerra», dijo Josep Borrell, alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, en redes sociales.
Actualmente, Estados Unidos y otras naciones han puesto en marcha lanzamientos aéreos de alimentos y también entrega marítima. Pero Naciones Unidas advierte que no es suficiente. El informe del Programa Mundial de Alimentos sostiene que los lanzamientos aéreos representan una “parte insignificante” de la ayuda en comparación con la que llega en camiones por vía terrestre.
Por su parte, Israel asegura que da libre acceso a la ayuda humanitaria y que la falta de alimentos se debe a una mala distribución. Una afirmación que los expertos no comparten.
«Israel ha recibido muchas advertencias. Advertencias para dejar de destruir la infraestructura del enclave y facilitar el paso de la ayuda humanitaria. Al no cambiar de rumbo, es culpable de todas estas muertes», afirma Alex de Waal, director ejecutivo de la Fundación para la Paz Mundial de la Universidad de Tufts y experto en hambrunas globales.
jt/am