Tensión, incertidumbre, manipulaciones y mentiras en precampaña de litoral peledeísta.

Por Elba García

Las profundas diferencias personales entre Danilo Medina y Leonel Fernández cada día toman un giro que crean mucha tensión, incertidumbre, manipulaciones y mentiras que mantienen en permanente preocupación al pueblo dominicano.

La confrontación primero se escenificó en el ámbito del Congreso Nacional, el cual tuvo que ser militarizado por el Gobierno ante las protestas de los leonelistas por la posibilidad de que se sometiera un proyecto de reelección del actual mandatario.

Luego continuaron con los pre-candidatos danilistas que generó que algunos terminaran separándose del proceso y con la escogencia de uno que representa, según lo que se ve, los intereses de la corriente oficialista para sacar de circulación a Leonel Fernández.

Ahora la lucha se concentra en la Junta Central Electoral a través de la solicitud del grupo leonelista para que el conteo de los votos en las primarias sea manual, no automatizado, como fue aprobado por  los partidos políticos y el árbitro comicial.

La propuesta de voto manual surge de los leonalistas por los temores en el ambiente de que podría haber fraude electoral, sobre todo porque las primarias peledeístas son abiertas, en las que podrá votar todo aquel ciudadano que no figura en el padrón de otro partido.  

Podría decirse que se trata de una lucha a muerte en la que lleva una gran ventaja el candidato del Gobierno, Gonzalo Castillo, quien cuenta con los recursos del Estado en su guerra para Danilo vencer a Leonel.

La otra cuestión que ya se señaló en este periódico es la guerra de las encuestas en que ambas corrientes engañan al electorado con  resultados manipulados y aparentemente tergiversados para favorecer a su favorito por la paga que recibe.

Otro elemento que ha surgido en el escenario de las primarias son las denuncias de ambas tendencias de que al país han llegado extranjeros que buscan hacer campañas sucias en contra de ambos aspirantes.

Los primeros en hacerlo fueron los danilistas que dijeron que en el país estaban unos mexicanos supuestamente contratados por los leonelistas para hacer una campana sucia en contra de Gonzalo Castillo, pero de inmediato los seguidores del exmandatario  a través del senador de la provincia Espaillat, José Rafael Vargas, denunciaron que habían arribado al país unos rusos que serían usados para manipular los resultados de las primarias  en contra del expresidente.

Otro elemento preocupante fue la aparición en las redes sociales de un coronel que lanzó una proclama en apoyo al candidato del Gobierno, Gonzalo Çastillo, quien de inmediato fue apartado de las Fuerzas Armadas y  dado de baja deshonrosamente.

Sin embargo, la mayor preocupación en torno a las primarias es que ninguno de los dos grupos está preparado para perder y que ambos mediante encuestas pagadas se atribuyen estar mejor posicionados en la contienda interna del PLD, lo cual podría ser un motivo hasta de generación de violencia el domingo seis de octubre.

Lo otro es que esa violencia impactaría las primarias cerradas del principal partido de la oposición, el Revolucionario Moderno, porque  ambos tendrán colocadas sus urnas de votación  en los mismos colegios electorales.

De ser así como se advierte, el país  podría estar frente a un escenario que pondría en peligro las elecciones del mes de mayo del próximo año 2020, creándole un serio problema a la democracia dominicana.

Evidentemente que en su afán de poder, ambos grupos, están dispuestos a crearle un gran problema a la nación, porque las cosas han llegado a un punto en que sólo prevalece la imprudencia, la falta de sensatez y sobre todo la irracionalidad.

En el caso del Partido de la Liberación Dominicana se repite la historia vivida  en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), cuyos lideres tiraron por la borda la posibilidad de mantenerse en el país por largos años, pero sus diferencias personales fueron tan irreconciliables  que los llevo, no solo al fracaso político de algunos de ellos, sino a la tumba.

El escenario que se presenta con las primarias peledeístas ojalá no culmine  con que  la sangre llegue al río, como muy bien dice una expresión popular.

Lo cierto es que estos dos cabezas de grupos en el seno del partido de gobierno han sometido al pueblo, ya no sólo a una tensión que no se agradece, sino también a una serie de sufrimientos que  van desde la corrupción hasta una impunidad que dejará sus rastros por décadas en la sociedad dominicana.