La República Dominicana también se ha llenado de pánico por el peligro de muerte que implica el coronavirus.

Por Elba García

El presidente Danilo Medina ha declarado mediante el decreto 134-20 el estado de  emergencia nacional en virtud del poder que le ha otorgado el Congreso Nacional a través de su resolución 62-20 de este 19 de marzo en función del mandato establecido en los artículos desde el 282 hasta el 285 de la Constitución de la República a propósito del impacto que ya ha tenido en el país el coronavirus.

Con la medida el mandatario suprime temporalmente la libertad de tránsito y todas las actividades  que sean necesarias para evitar la propagación en el país del COVID 19, la cual incluye el cierre de todas las fronteras dominicanas, como las terrestres, marítimas y aéreas por 15 días.

De igual modo, el jefe de Estado dispuso la suspensión de la docencia por el mismo periodo y el cierre de los negocios comerciales que no estén vinculados con las necesidades básicas de la población.

El Gobierno solo ha autorizado a permanecer abiertos los supermercados, farmacias, colmados, establecimientos de expendio de combustibles, entre otros.

En la República Dominicana se han confirmado 34 casos, pero solo hasta el momento se han producido oficialmente dos muertes de personas, una de nacionalidad extranjera y una segunda dominicana, así como 61 en aislamiento, 55 con pruebas pendientes de resultados, 278 casos de seguimiento por contacto con infectados y 54 que se les hizo la prueba y dieron negativo.

La población dominicana no confía  en la información que proporciona el ministerio de Salud Pública en razón de que las autoridades acostumbran a tener una realidad mediática y otra que se fundamenta en la verdad, cuya manipulación crea mucha desconfianza en la gente.

El país y los demás naciones latinoamericanos no cuentan con la infraestructura suficiente para enfrentar un problema sanitario como el que trae consigo el coronavirus, pero generalmente se rigen por políticas de prevención que provienen de instituciones  internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En la República Dominicana las calles  lucen totalmente desiertas debido a la decisión de las autoridades de que la gente se refugie en sus hogares para evitar el contagio y de ese modo reducir el impacto de un virus que tiene una alta potencialidad de contaminación.

El Colegio Médico Dominicano denunció este jueves que sus miembros corren el riesgo de contaminarse con el coronavirus porque  el Gobierno no facilita los equipos necesarios para que los galenos se protejan de la enfermedad que toma cuerpo en todo el mundo.

El decreto presidencial podría surtir un gran efecto en una población como la dominicana que generalmente no se acoge a las disposiciones oficiales para evitar muertes y situaciones mucha más complicada para la Nación.