Cientos de árboles ya han sido destruidos, pero la depredaciòn aumenta y amenaza la vida de cientos de miles más
Son las 04:00 de la tarde de un lunes 27 de marzo en Restauración, provincia Dajabón, zona fronteriza con Haití. Recorremos la carretera binacional. A las márgenes del río Libón, específicamente del lado haitiano, hay asentadas innumerables familias que viven en casas construidas de block, madera o de latón y cuya actividad productiva está vinculada al comercio, la agricultura, la producción forestal y la extracción de minerales no metálicos.
La vista se pierde sobre los vastos territorios haitianos desolados, con escasa vegetación, envueltos en una inexplicable humareda producida por la tala y la instalación de hornos de carbón.
Al pasar el puente de la carretera binacional asentado sobre el río Libón, una decena de niños intentan detener el vehículo. Extienden sus manos y nos piden “10 pesos”. Muchos de ellos, a pesar de su corta edad, se dedican a la extracción ilegal de arena en el río.
Actividad que constituye una importante amenaza para el afluente y muy especialmente para el puente, ya que producto de la indiscriminada extracción que se realiza con cubos, socavan las bases del puente, lo que en poco tiempo podría ocasionar que la infraestructura ceda, se caiga el puente y se obstaculice el tránsito por la carretera internacional.
A pocos kilómetros del puente, vía al Paraje Algodones, del lado dominicano se aprecian zonas donde predominan árboles de pino de diversos tamaños, cedros, acacias y caobas.
Algunos de ellos muestran las llamadas marcas de “sentencia”, que son pequeñas incisiones que se realizan en el tronco del árbol, y sirven de indicativo a los depredadores para que sepan que el árbol ya está listo para su tala. Desde que lo “sentencian”, no pasan más de 30 días, hasta que finalmente el árbol desaparece.
La “sentencia” y la “cortina”
La sentencia permite que todo aquel que pase por esa zona le dé un machetazo al tronco y al cabo de pocos días, lo tumban y lo arrastran hasta el lado haitiano donde, en aserraderos improvisados, procesan su madera y posteriormente lo comercializan. Son miles los árboles que han desaparecido con esta práctica y hay cientos de miles amenazados.
Como los depredadores saben que las autoridades ya están al tanto de las “sentencias” y que patrullan frecuentemente la zona, entonces han aplicado una nueva modalidad: la cortina, con la cual no sentencian los árboles que están en las adyacencias de la carretera, sino que se internan un par de kilómetros más adentro, del lado dominicano, y entonces proceden al corte indiscriminado de árboles, teniendo como resguardo una “cortina” de pinos u otras especies hasta el lado carretero que no exhiben ningún tipo de marcas. Los árboles, son reingresados a territorio dominicano como madera haitiana “exportada”.
A la extracción ilegal de arena en el río Libón y a la tala indiscriminada de árboles, se suma la instalación de un vertedero de basura del lado dominicano, donde se depositan todos los desechos que se producen en el mercado informal de la comunidad haitiana Tiroly, que se desarrolla los días martes y sábado. Ahí, ya se evidencian montañas de basura y pequeños rastros de incendios.
Frente a esto, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con el apoyo del Ejército, ha emprendido acciones puntuales que buscan activar varios frentes y mitigar las graves consecuencias ambientales que están causando estas actividades al ecosistema.
La responsable del Ministerio de Medio Ambiente en Restauración, Ceneida Árias Pérez, explicó que recientemente celebraron una reunión en la sede de la Agencia De Cooperación Alemana (GIZ), en la cual participaron el director de Medio Ambiente en la zona nordeste de Haití, Charles Luckin, el alcalde de Cerca-Lasurse, Castro Apollon, el alcalde de Carriece Gabriel Amiol y por la República Dominica el Inspector de la 17 Compañía del Restauración del Ejército, mayor Pedro García y García, para abordar estos temas medioambientales.
“Fue una reunión muy productiva, en la cual hicimos hincapié en el tema del vertedero improvisado del lado dominicano que instalaron nacionales haitianos frente al mercado de Tiroly; además del corte de madera ilegal por la carretera internacional, la fabricación de carbón y la extracción de arena del río Libón”, dijo.
Aseguró que las autoridades haitianas se comprometieron a aplicar correctivos. l
Acciones implementadas comienzan a surtir efecto
Producto del incremento de los controles, en Restauración se han clausurado 18 aserraderos de los 22 que funcionaban y los cuatro restantes podrían ser cerrados también, si no presentan sus planes de manejo; además se desarticuló una mafia dedicada a la extracción ilegal de madera, integrada por personas vinculadas al Poder Judicial y al Ministerio Público.
Por instrucciones del ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito, se le ha puesto atención especial a esa zona, refrozándola para evitar que los árboles sentenciados sean derivados.
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