GINEBRA, (EFE).- La sequía causa más víctimas y desplazamientos de población que la combinación de ciclones, inundaciones y seísmos, pero prácticamente ningún país cuenta con una política para hacer frente a este desastre natural y reducir su impacto.
Este asunto será tratado por expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) y la Convención de Naciones Unidas contra la Desertización, que reunirán desde mañana en Ginebra a responsables de todo el mundo para incitarles a adoptar medidas de prevención.
«El cambio climático provocará un aumento de la frecuencia, intensidad y duración de los episodios de sequía. No podemos permitirnos seguir reaccionando caso por caso», dijo hoy el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.
Los científicos que estudian el calentamiento global han establecido que la frecuencia, amplitud e intensidad de las sequías aumentarán en varias partes del mundo debido a ese fenómeno, una tendencia que ya se observa desde hace treinta años.
Las tres instituciones consideran que los países deben seguir el ejemplo de Australia, el único país del mundo con una política nacional de lucha contra las sequías, que en opinión de los expertos se debe centrar en las alertas tempranas, las previsiones y la gestión de riesgos.
Aunque las sequías suelen asociarse a ciertas regiones, cada vez están más extendidas y América Latina no escapa a esta tendencia, como lo demuestra la severa sequía que afectó el noreste de Brasil durante la última temporada que normalmente debió haber sido de lluvias.
La OMM corroboró que en esa zona se registraron las precipitaciones más bajas en los últimos cincuenta años.
También México ha resultado afectada por condiciones meteorológicas similares, con un 37 % del territorio que presenta condiciones secas, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Se estima que el pasado febrero hubo un 27 % menos de lluvias que el promedio histórico para el mismo mes, que en marzo será un 30 % menor y en abril un 20 %.
También en Venezuela, Colombia, Surinam y Guayana, las precipitaciones observadas desde el pasado abril hasta diciembre estuvieron por debajo de la media, al igual que en el noreste de Argentina.
En Europa, las lluvias entre enero y marzo de 2012 representaron sólo un 37 % de la media, lo que significó las precipitaciones más bajas para ese periodo desde 1947.
Las condiciones más secas de lo normal persistieron en el verano, que se convirtió así en el segundo más seco en los últimos sesenta años, mientras que para Portugal fue el octavo año de esas características desde 1931.
Entre las últimas mayores sequías figura la que afectó a Estados Unidos, donde por esta razón 2.245 condados fueron declarados zona de desastre.
Frente a todas esas consecuencias, el experto de la OMM, Mannava Sivakumar, adelantó que se recomendará a los países que cambien su enfoque «reactivo por uno proactivo» para que afronten mejor las sequías.