El presidente Luis Abinader aparece en paraísos fiscales con nueve empresas offshore, cuyo propósito hasta pruebas en contrario es evadir impuestos, lavado de activos o simular cualquier actividad ilegal.
En este caso detectado por el consorcio internacional de periodistas, hay una serie de personajes del mundo de los deportes y el arte, así como actuales presidentes de varias naciones latinoamericanas, incluido Luis Abinader.
Las explicaciones de la Presidencia de la República Dominicana no bastan, porque en este caso lo que manda es mayor transparencia del mandatario.
Ya es muy poco lo que se confía en las autoridades del país, mucho más en estos días que ha sido desmantelada la más grande red de narcotráfico en la que están involucrados legisladores del mismo partido del presidente Abinader.
Ahora sería importante que el presidente presente al país la tasación y la determinación de herederos mediante la cual él y su esposa son beneficiarios.
Son muchas las informaciones que circulan sobre Abinader, entre ellas la supuesta declaración del diputado Miguel Gutiérrez, preso en Miami por narcotráfico, que revela que el presidente supuestamente recibió conjuntamente con José Ignacio Paliza y Roberto Fulcar, a través de su esposa, Rosa Jiménez, la suma de 158 millones de dólares.
Pero la cantidad de dinero supuestamente entregada a Abinader y a funcionarios importantes de su gobierno puede ser mucho mayor.
Es un escándalo mayúsculo en el que está metido el Gobierno y el partido que lo llevó al poder, porque Paliza es el presidente del PRM.
La fortuna declarada por Abinader debe ser transparentada frente a los hechos denunciados.
Es interesante ver que la justificación de la creación de las empresas offshore en paraísos fiscales por parte de los tres presidentes latinoamericanos involucrados en el escándalo, Luis Abinader, Sebastián Piñeiro de Chile y Guillermo Lazo del Ecuador es idéntica o la misma, lo cual quiere decir que fueron entrenados por abogados para que dijeran lo mismo.
En este caso no sólo podría tratarse de evasión de impuestos, sino de lavado de activos provenientes del narcotráfico.
En lo que respecta a Abinader todo el mundo sabe que no se trata de corrupción administrativa, pero que pudiera ser de cualesquiera de las otras dos razones, empero sólo la transparencia podría despojar las dudas al respecto.