La alianza entre ambos lados del Atlántico es de un enorme potencial
BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) y Estados Unidos anunciaron hoy el lanzamiento a partir de junio de sus negociaciones para crear una zona de libre comercio y un acuerdo sobre inversiones, que quieren convertir en el motor del crecimiento y el empleo a ambos lados del Atlántico.
«Un futuro acuerdo entre los dos mayores poderes económicos del mundo será un punto de inflexión y un fuerte estímulo para las dos economías», afirmó el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, al presentar la iniciativa conjunta con Estados Unidos.
En su comunicación conjunta con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente de EE. UU., Barack Obama, Barroso subrayó que el acuerdo es «ambicioso» y aumentará el crecimiento de la Unión en el 0,5% anual.
El inicio de las negociaciones será, previsiblemente, a finales de junio, antes de que termine la presidencia irlandesa de turno de la UE, avanzó Barroso, mientras que el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, precisó que «lo ideal sería que estén terminadas en dos años», durante una conferencia de prensa.
La UE y EE. UU., que llevan años preparando el lanzamiento oficial de estas discusiones, tienen ya la que se considera la relación económica más integrada del mundo, con un comercio de bienes y servicios cercano al billón de dólares y con inversiones que superan los 2 billones de dólares.
EE.UU. tiene, por ejemplo, unas inversiones en Europa que triplican las que tiene en toda Asia, mientras que las de los Veintisiete en el país americano son ocho veces superiores a las depositadas en China e India juntas, según fuentes comunitarias.
El superávit comercial de la UE con Estados Unidos aumentó entre enero y agosto de 2012 hasta 56,100 millones de euros frente a los 46,100 millones del mismo periodo de 2011, según Eurostat, la oficina estadística comunitaria.
La alianza entre ambos lados del Atlántico, cuyas economías combinadas representan casi la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y un tercio de los intercambios comerciales, es de un enorme potencial, lejos aún de su total desarrollo, y que dará frutos en términos de crecimiento y creación de puestos de trabajo.
Las negociaciones entre ambos socios incluirán las áreas de acceso a los mercados, aspectos reguladores y barreras no arancelarias, así como reglas y principios y los nuevos modos de cooperación para abordar los desafíos y oportunidades de los principales aspectos comerciales globales.
Quedarán, sin embargo, fuera de ellas algunos espinosos asuntos que son motivo de enfrentamiento permanente entre Bruselas o Washington como el sector aeronáutico y sus respectivos gigantes Airbus y Boeing.
«No está en el orden del día» el sector aeronáutico, se limitó a decir De Gucht.
Barroso, por su parte, adelantó que las discusiones «no serán fáciles» y que «para que sean exitosas necesitamos, sobre todo, voluntad política», que concretó en el objetivo de hacer que regulaciones y reglas de ambos socios estratégicos sean compatibles y recortar tarifas «en donde tenga sentido y sea posible».
Para cumplir con el objetivo de comenzar a negociar antes de que concluya el primer semestre del año, la CE presentará antes de que acabe marzo un documento a los Veintisiete para su aprobación y dar la luz verde al inicio de unas discusiones consideradas «urgentes».
«Nuestro principal objetivo es abordar las barreras detrás de las tarifas aduaneras, como las relativas a las regulaciones técnicas, los estándares y certificaciones, que cuestan tiempo y dinero», apuntó De Gucht, que también señaló que en ese aspecto se pueden hacer «ahorros reales» y dar mejor valor a los consumidores.
En cuanto a la agricultura, otro de los asuntos fuente de divergencias por las posturas defensivas que ambas partes tienen al respecto, quedarán fuera del acuerdo lo relativo a los productos clonados o genéticamente modificados.
Barroso aseguró que se puede lograr un acuerdo «equilibrado» en ese sector y que la Unión defenderá la protección de productos considerados sensibles, al tiempo que el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolós, destacó que será «esencial» un buen resultado de la negociación en lo referente a las indicaciones geográficas con las que la UE marca ciertos productos.
Agregó que esa futura zona de libre cambio con EE. UU. será un acicate para las estancadas negociaciones para la liberalización del comercio mundial de la Ronda de Doha y que se llevan en el ámbito de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
«Somos defensores del multilateralismo, pero si no se avanza en lo multilateral habrá que hacerlo en lo bilateral», afirmó Barroso, que apuntó que un acuerdo entre los dos mayores bloques comerciales en el mundo, tendrá un impacto sobre las reglas generales.
Barroso, en una lectura interna y mirando hacia el Reino Unido que quiere fomentar el libre cambio y el referéndum que su primer ministro, David Cameron, ha planteado para después de 2015, señaló que el acuerdo «es muy importante para Europa. Todo el mundo gana con este acuerdo».
Diario Libre