FRÁNCFORT/NUEVA YORK.- Desde Londres a Nueva York, pasando Tokio y, por supuesto, Moscú, las bolsas de todo el mundo cerraron ayer con fuertes pérdidas por la tensión entre Rusia y Ucrania, que simboliza una nueva crisis de liderazgo político ruso similar a la de 1989.
El parqué moscovita fue, por razones obvias, el más afectado. El MICEX se desplomó un 10,79 % y el RTS un 12,01 %, y en ellos los consorcios públicos energéticos y mineros, además de los bancos, fueron los que más sufrieron el temor de los inversores a las consecuencias de la intervención militar de Rusia en la república autónoma ucraniana de Crimea.
Además, el consorcio energético Sistemas Energéticos Unidos cayó un 21,8 %, las mineras Raspádskaya cedieron un 21,1 %, los bancos VTB y Sberbank un 17,5 y 14,9 % respectivamente, y la compañía de gas Gazprom perdió un 13,9 %.
Este descalabro salpicó en forma de caída bursátil generalizada, con Viena encabezando las pérdidas con un descenso del 3,76 %, seguida de Fráncfort con una bajada de un 3,44 %, París con un 2,66 %, Madrid (-2,33 % ) y Londres (-1,49 %), mientras que Tokio se dejó en el Nikkei un 1,3 % y el Dow Jones en Nueva York un 0,94 %.
En Latinoamérica, México cerró con pérdidas del 0,64 %, mientras que los parqués de Sao Paulo y Buenos Aires permanecieron cerrados hoy por la festividad de carnaval.
Así, los daños ocasionados por la crisis afectaron a las bolsas en una manera casi proporcional a la cercanía geográfica, siendo la más sensible a estas inestabilidades las de Europa, donde las compañías con exposiciones a Rusia o a Europa del Este fueron las que más cayeron.
El banco Commerzbank fue el máximo perdedor en Fráncfort con una caída del 6 %, hasta 12,34 euros, por la preocupación por las actividades en Europa del Este a través de su filial polaca BRE Bank.
El productor alemán de artículos deportivos Adidas perdió un 3,9 %, hasta 81 euros, ya que es líder de ventas en Rusia y Ucrania.
Influidas por Rusia desde el Este, las bolsas asiáticas reaccionaron a la baja, sobre todoTokio, donde el Nikkei perdió un 1,3 % al cierre.
En Nueva York, además de la caída de casi un punto porcentual del Dow Jones, el selectivo S&P 500 perdió un 0,74 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq un 0,72 %, marcando la peor sesión bursátil en el último mes e interrumpiendo el «rally» que vivió la semana pasada el parqué neoyorquino.
Sin embargo, los analistas apuntaban más un efecto contagio por sus homólogas europeas y asiáticas que un impacto real del devenir entre Ucrania y Rusia sobre el rendimiento de las grandes empresas estadounidenses.
En cualquier caso, la volatilidad, una medida de la valoración del riesgo en las bolsas, subió con fuerza en los parqués de todo el mundo.
En lo referente al mercado de divisas, el euro cayó a 1,3737 dólares, frente a los 1,3810 dólares de la jornada anterior.
La escalada de las tensiones en Ucrania impulsa la demanda de valores refugio, activos considerados seguros, como la deuda estadounidense y alemana, el yen y el franco suizo y el oro, en detrimento de la renta variable.
Como respuesta a esta situación, el Banco Central de Rusia subió drásticamente los tipos de interés desde el 5,5 hasta el 7 %, el máximo incremento desde 1998, para frenar la depreciación del rublo.
«La subida de la cotización del oro subraya la necesidad de seguridad de los inversores», dijo el experto en mercados de Feingold-Research Daniel Saurenz.
Y, efectivamente, el oro subió en torno al 2,2 %, hasta 1.350,1 dólares, lo mismo que el petróleo Brent, que cerró a más de 111 dólares el barril. En Estados Unidos, el petróleo de Texas, en Nueva York, subió hoy un 2,27 % y cerró en 104,92 dólares el barril, su mejor nivel desde septiembre.
EEUU y la Unión Europea (UE) han aumentado sus presiones económicas y diplomáticas a Rusia para que repliegue sus tropas en Crimea y han amenazado con sanciones, que son las que más preocupan a los inversores.
«El modelo ruso se está poniendo a prueba; Rusia tiene todos los recursos, tanto humanos como naturales, para ser una superpotencia, pero desde el punto de vista económico, tiene que emprender reformas de forma inmediata», considera el economista jefe de Saxo Bank, Steen Jakobsen.
«Igual que ocurrió en 1989, el gigante ruso está agotado y todos corremos el riesgo de que Ucrania se convierta en un nuevo Muro de Berlín, pero en esta ocasión el muro se está levantando, en lugar de derribarse», dijo Jakobsen.
El experto advierte del alejamiento actual entre Europa y Rusia, justo cuando se cumplen 25 años de la caída del Muro de Berlín y recuerda la dependencia que tiene Europa de la energía rusa.
El presidente del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo que los efectos económicos directos de la crisis en Ucrania en la zona del euro son, hasta ahora, limitados porque la dependencia comercial es pequeña y la exposición de los bancos europeos tampoco es grande.
«La dimensión geopolítica es muy diferente», dijo el presidente del BCE en Bruselas.