Aquiles Bermudez, Presidente de ADOZONA
Operaria en una empresa
Por Luis José Chavez
SANTO DOMINGO.- La aplicación de impuestos a las Zonas Francas como parte de una estrategia para enfrentar el déficit fiscal podría provocar una debacle del principal sector exportador de la República Dominicana, que se traduciría en una reducción de los ingresos del Gobierno, en la pérdida de miles de empleos y en el éxodo de las empresas internacionales establecidas en el país.
La observación la hace la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA) en un comunicado emitido a nombre de las 578 empresas representadas por la entidad, donde se analizan las posibles implicaciones de un cambio en el régimen fiscal de ese sector.
Recuerda las observaciones consignadas el Informe República Dominicana 2010-2020 elaborado bajo la dirección del economista Jaques Attali, a solicitud del Gobierno Dominicano, en el sentido de que “mientras no se llegue a un consenso regional para poner en marcha las reformas equivalentes en cada país sobre las políticas de apoyo a las exportaciones, la fiscalidad de las zonas francas no tiene razón de ser revisada”.
Un cálculo equivocado
“La tentación de eliminar incentivos fiscales a las Zonas Francas está basada en la falsa premisa de que si se afecta el esquema fiscal del sector, el Estado recibiría los 8,089 millones de pesos de incentivo que se estiman. Se trata de un cálculo erróneo porque los incentivos otorgados a las 578 empresas, vencen durante el mediano y largo plazo”, apunta el comunicado de ADOZONA.
Pero indica que por mandato de la Constitución, “habría que respetar la seguridad jurídica, por lo que estos potenciales ingresos fiscales no se materializarían hasta tanto no venzan los incentivos otorgados por ley y por lo tanto no contribuirían en nada a resolver el problema coyuntural del déficit fiscal”.
“Lo cierto es que si se eliminaran los incentivos fiscales a las Zonas Francas se frenaría complemente la llegada de nuevas inversiones, así como los planes de expansión de las existentes, y se produciría un éxodo paulatino de las empresas a medida que se vayan venciendo sus permisos de operación”, expone el documento.
También se refiere a estudios de reputados economistas, según los cuales “la aplicación de impuestos a las Zonas Francas en vez de aumentar, reduciría los ingresos del Gobierno, el empleo, las exportaciones y agravaría el déficit de la balanza comercial del país.
Diferencia entre subsidio e incentivo
“Según consta en el Proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado 2011, explica el comunicado, el Estado deja de percibir por tratamientos impositivos preferenciales, 108,346 millones de pesos, de los cuales se estima que 8,089 millones de pesos corresponden a incentivos a las Zonas Francas”.
Sin embargo sugiere reconocer la diferencia entre un subsidio y un incentivo fiscal para no incurrir en un grave error. “Existe un subsidio cuando en interés de preservar las operaciones de una empresa o sector deficitario, o para beneficiar un grupo de la sociedad, el Estado otorga recursos líquidos. Incentivo fiscal es cuando el Estado exime de un pago con la expectativa de que esa facilidad generará beneficios a la sociedad que sobrepasen el valor de los incentivos otorgados. Este es el caso de las Zonas Francas”.
Cita el estudio reciente elaborado por las firmas consultoras Economi-K y Analytica, que cuantificó en 49,816 millones de pesos anuales el monto de los beneficios económicos que aportan las Zonas Francas, lo que significa que por cada 100 pesos de incentivo fiscal, las Zonas Francas aportan a la economía nacional más de 620 pesos; es decir que el aporte a la economía que hacen las Zonas Francas es más de 6 veces el incentivo otorgado a las mismas.
De acuerdo al documento de ADOZONA, “actualmente operan 578 empresas de Zonas Francas, en 27 de las 32 provincias, generando unos 135,000 empleos directos. Asimismo, según la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de Hogares, más de 80,000 hogares (alrededor de 335,000 personas) percibían ingresos de las Zonas Francas. Estos trabajadores Dominicanos elaboran productos de clase mundial con un valor de $4,900 millones de dólares anuales, lo que representa el 57% de las exportaciones totales país. Adicionalmente, las Zonas Francas realizan compras a otros sectores de la economía nacional, ascendentes a unos 28,000 millones de pesos anuales”.
“Lo peor que nos podría pasar”
Según ADOZONA, “Lo peor que nos podría pasar es no aprender de la experiencia de países vecinos, donde la reducción y eliminación de los incentivos fiscales ocasionó cierre de fábricas, muchas de las cuales se han reubicado precisamente en República Dominicana”.
“ADOZONA reitera su respaldo al Gobierno Dominicano, convencida de que bajo las condiciones adecuadas de operación, las Zonas Francas continuarán su recuperación, aportando de manera significativa al logro de los objetivos de desarrollo económico y social plasmados en la Estrategia Nacional de Desarrollo”.
Y agrega: “Este comunicado tiene el objetivo de hacer llegar nuestras consideraciones a las Honorables Autoridades, a los Honorables Congresistas, a los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la Opinión Pública, para que puedan tener las apreciaciones del liderazgo de un sector que ha estado dedicado a la atracción de inversión extranjera y que estamos consientes que después de tomadas medidas como las que se han considerado referente al sector de Zonas Francas, sus graves consecuencias son irreversibles”.