En los barrios y todos los pueblos del país hay una expresión que encaja perfectamente a las criticas vertidas por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que reza ¨¨vaya a usted a ver¨¨, la cual entraña una duda de algunas posturas moralistas o éticas de algún miembro de la comunidad.
El PLD si una cosa ha demostrado es de que sólo cree en las malas acciones, en la depredación del patrimonio público, cuya principal confirmación de esta afirmación son los aspirantes presidenciales de esa organización, quienes debían rendir cuentas de la forma en que adquirieron sus fortunas.
Por ahí comienza la falta de moral del PLD para criticar a cualquiera que detente el poder en la República Dominicana o en otro lugar del mundo.
Los peledeístas si una cosa pueden exhibir es sus destrezas para llevarse a sus bolsillos lo que no es suyo y esa virtud, para llamarla de algún modo, lo hace muy poco merecedores de credibilidad y de acoger sus criticas en contra del Gobierno.
Sin embargo, nadie puede negar que prácticamente todos los partidos que se mueven en el escenario nacional juegan a la politiquería y a la demagogia, incluido el PRM y la Fuerza del Pueblo, pero a los que menos se les puede tolerar su engaño es a los peledeístas por lo reciente de sus malos pasos por la administración pública.
De manera, que las criticas vertidas por el PLD en contra del Gobierno es una forma de proyectarse como más descarados de lo que cualquiera pueda creer, ya que lo que manda ante la debacle producido por ellos es el silencio.
Pero como la doble moral es la forma más idónea para conducirse en una sociedad en crisis, pues el PLD sale al frente con críticas, algunas muy legitimas, pero que no le queda bien al hacerlas cuando todavía están en proceso una serie de casos que involucran a su gente en travesuras realmente bochornosas para el dominicano que se respete.
Pero muchos dicen y sustentan la doble moral peledeísta a asuntos propios de la democracia, lo cual es la peor de las justificaciones y que además es lo que tiene totalmente desacreditado este sistema de Gobierno en países como la República Dominicana.
El PLD debía callarse por lo menos por dos décadas para entonces valorar si ha logrado reponerse del pillaje de su gente, lo cual no parece tan fácil porque el propio profesor Juan Bosch decía que cuando un árbol nace torcido nadie lo endereza, aunque ese no fue el caso de los peledeístas.
Ojalá alguien pueda aconsejarles a los peledeístas que el silencio es más elocuente que la palabra y que sean otros los que critiquen y enjuicien la obra de Gobierno del PRM, el cual no ha ido a una mayor velocidad en la comisión de irregularidades por la existencia de un Ministerio Público independiente como resultado del empoderamiento ciudadano.