Solís recibirá la banda presidencial en una sesión solemne de la Asamblea.
La mandataria costarricense, Laura Chinchilla, entregará este jueves la banda presidencial al recién electo Juan Guillermo Solís, en una sesión solemne de la Asamblea Legislativa que, según la Comisión de Traspaso, iniciará a las 10H05 locales (16.05 GMT) y se extenderá por alrededor de dos horas.
A la investidura del nuevo Presidente de Costa Rica asistirán los presidentes Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de Ecuador; Juan Orlando Hernández, de Honduras; Ricardo Martinelli, de Panamá; Otto Pérez Molina, de Guatemala, y Danilo Medina, de República Dominicana.
También estarán presentes el presidente electo de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el Príncipe de Asturias Felipe de Borbón. En tanto, Venezuela, Nicaragua, Argentina y Cuba estarán representados a nivel de vicepresidentes y el resto de las delegaciones enviarán funcionarios de alto nivel.
El mandato de Solís se extenderá hasta el año 2018, liderando el primer Gobierno del centro-izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), tras alcanzar el pasado 6 de abril un apoyo del 78 por ciento, frente al oficialista Johnny Araya.
Solís declaró el miércoles que su discurso presidencial durará unos 20 minutos y que abogará por «mirar hacia adelante». «Es un discurso corto, propositivo y espero que sea inspirador. Busca mirar hacia adelante y pensar en el país que queremos», expresó.
La Comisión de Traspaso informó que las puertas del Estadio Nacional estarán abiertas dos horas antes del inicio de la ceremonia, a la que asistirán cientos de invitados especiales y público en general que ya tiene sus respectivos boletos.
El Mandatario electo asume la Presidencia con la consigna de “gobernar en la calle y con la gente», una propuesta que incluye mayor participación de la gente y un fuerte apoyo a sectores que considera «olvidados», como el agrícola.
El nuevo Gobierno tendrá como grandes retos resolver el déficit fiscal del país, que en 2013 alcanzó el 5,4 por ciento del producto interno bruto (PIB), y disminuir la pobreza que se encuentra estancada en alrededor de un 21 por ciento desde hace casi dos décadas.
Otro desafío para el nuevo Presidente será encontrar acuerdos en el Congreso más fraccionado en la historia reciente de Costa Rica, en el que están representados nueve partidos políticos, ninguno con una mayoría importante.
Antes de ser electo Presidente, este profesor universitario, historiador y politólogo, dialogó con empresarios, sindicalistas y campesinos, a quienes reafirmó su promesa de romper estilos de la vieja política, la corrupción y el elitismo.