MIAMI.- Lo único que le quita el sueño a LeBron James es el básquetbol, algo que tiene mucho sentido, y al mismo tiempo es absurdo. Por un lado, es el mejor jugador del planeta. Por otro, casi nunca cumple con sus propias expectativas.
Incluso después de un año como 2013 —cuando tuvo una boda espectacular, un segundo campeonato de la NBA y un cuarto trofeo al Jugador Más Valioso— el astro del Heat de Miami afirma que sigue buscando la grandeza. O, para ser exactos, más grandeza, ya que su enorme lista de logros simplemente sigue creciendo.
James obtuvo el jueves el premio de The Associated Press al deportista del año en Estados Unidos, apenas el tercer basquetbolista que lo recibe desde que el galardón fue creado en 1931. El “Rey” recibió 31 de 96 votos en la encuesta entre medios estadounidenses, para superar al quarterback de los Broncos, Peyton Manning (20), y al piloto de NASCAR, Jimmie Johnson (7).
“Mi misión es más importante que ser simplemente un basquetbolista”, comentó James a la AP. “Puedo inspirar a la gente. Los jóvenes son muy importantes para mí.
Si logro que los niños me consideren un ejemplo, un líder, un superhéroe… esas cosas significan mucho más, y creo que nací para eso. Vine para jugar este encantador deporte de baloncesto, pero no creo que ese sea el papel más importante que tenga”.
Entre la lista de ganadores del premio están Joe Louis, Jesse Owens, Muhammad Ali, Carl Lewis, Joe Montana, Tiger Woods y Michael Phelps. La tenista Serena Williams fue elegida como la mujer deportista del año. “No creo que haya cambiado mucho este año”, analizó James.
“Simplemente mejoré y seguí mejorando en ser más que sólo un basquetbolista. Maduré como líder, como padre, como esposo y como amigo”.
Hasta ahora en 2013, con un máximo de tres partidos pendientes, James ha jugado en 98, de los que el Heat ganó 78. Los más importantes fueron los cuatro que Miami ganó en la final de la NBA contra San Antonio. James tuvo una actuación brillante en el séptimo partido, en el que anotó 37 puntos, incluyendo un tiro con 27.9 segundos en el reloj que resultó ser el canasto decisivo. “Siempre eleva su nivel en el momento más importante”, afirmó el entrenador del Heat, Erik Spoelstra. James también es todo un empresario.
Algunos calculan sus ingresos anuales en unos 60 millones de dólares, de los cuales menos de una tercera parte son por sus salarios. Su esposa acaba de abrir un negocio de jugos en Miami, y David Beckham quiere asociarse con James para tener un equipo de fútbol en Miami. “Uno quiere participar, pero tiene que ser algo importante para mí”, apuntó James.
“Uno no quiere hacer algo que no te apasione, sólo por el dinero. Todos tenemos dinero. Para mí, mi tiempo es más importante que el dinero en este punto en mi vida”. James tiene que tomar otra decisión en 2014, cuando puede convertirse en agente libre.
El alero afirmó que no tiene idea sobre su futuro. “Estoy tan concentrado en mi meta aquí este año, que es difícil pensar sobre otra cosa”, aseguró. “Alguien me preguntó el otro día qué haré para Año Nuevo, y ni siquiera he pensado en eso”. Cuando le preguntaron si hay algo que no le guste de Miami, James dio pocas quejas, más allá de la congestionada vía —Biscayne Boulevard, o U.S. 1—