De portada
Leonel se apoya en sofismas y doble moral para rechazar modificación de la Constitución de la República.
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En el periodo 1996-2000 Leonel Fernández hizo un gobierno que se le debe reconocer que fue bueno en modernización del Estado, política exterior y macroeconomía e incluso muy cuidadoso con el endeudamiento externo.
Sin embargo, a partir de su segundo periodo de gobierno durante 2004-2008 las cosas cambiaron radicalmente, porque el gobierno de Leonel entró en una carrera desbocada de endeudamiento que llevó la misma a un compromiso para el país que alcanzó más de 12 mil millones de dólares.
En lo que Leonel entra en una doble moral y una contradicción en su critica para rechazar la modificación constitucional es cuando sostiene que ya eso está establecido en la Carta Magna, pese a él sabe muy bien que no es así y que durante su campaña electoral del año 1996 sí abogaba por la independencia del Ministerio Público.
Ahora contradictoriamente considera que ya eso está consignado en los artículos 170 de la Constitucional y en el número 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, porque sostiene que este órgano ya goza de autonomía financiera, administrativa y funcional, lo cual parece ser parte de las tantas trampas que colocó en el exmandatario en el ordenamiento jurídico nacional.
Lo planteado en su discurso de anoche revela o deja muy claro la doble moral en que se manejan los partidos políticos tradicionales del país y Leonel además con esa posición busca proteger a los corruptos de su gobierno que acumularon grandes fortunas económicas.
Leonel siempre se ha caracterizado por ser un político con un discurso que promueve la doble moral, cuyo principal recuerdo de ese comportamiento tiene que ver cuando iba a una cumbre de los países no alineados y luego volaba a Washington a dejar constancia de la defensa de los intereses del imperio.
Las teorizaciones de Leonel son muy recurrentes para justificar lo injustificable, porque cuando se trata de recurrir a sofismas Leonel es un especialista, todo un maestro en plantear lo que nunca piensa hacer, lo cual revela la doble moral de este político.
Durante los gobiernos leonelístas éste se preocupó por contaminar todos los estamentos de la justicia con el nombramiento de cuadros del peledeismo en los tribunales nacionales, incluida la Suprema Corte de Justicia y el Ministerio Público, como una forma de evitar que los corruptos de su administración fueran cuando menos investigados.
Ahora siendo fiel con esa conducta plantea en su discurso que no es necesaria la modificación de la Constitución de la República para una cosa que ya está contemplada en la Carta Magna, según la visión y los intereses del presidente de la Fuerza del Pueblo.
El discurso de Leonel no debe causar sorpresas porque este político luego de su tránsito por el poder es un defensor de las peores causas de la República Dominicana y seria una pena y una vergüenza que este hombre pueda retornar al poder porque seria un retroceso de la vida institucional y democrática que causaría mucho más daño al país.