Lo Mismo del año pasado, es una expresión que encaja en el presente caso

Son incontables los casos de personajes del mundo de la política partidista que se incorporan a un proyecto de gobierno con el único interés de buscar beneficios personales, con una agenda individual.

Este es un fenómeno histórico en la sociedad dominicana, podría decirse desde los propios inicios de la República.

Sin embargo, se ha visto que los resultados generalmente no son los mejores, porque el que se comporta de esa manera podrá acumular fortunas, pero no queda con la mejor de las imágenes en el seno de la sociedad.

Un ejemplo contundente de este tipo de conducta fue la exhibida en el ministerio de Educación por Roberto Fulcar, quien en vez de  servir a los mejores intereses del país y de sus allegados políticos,  abrazó una agenda muy personal e individual.

El meta mensaje de lo que le pasa a Fulcar es que no se puede ponerse por encima del país el engreimiento y los intereses personales.

La realidad es que la imagen que ha dejado Fulcar es que fue al ministerio de Educación a resolver problemas económicos personales que no pudo solucionar desde su condición de ciudadano común y corriente.

Ahora la cuestión es mucho más difícil y complicada en virtud de que su nombre luce atollado y su persona mancillada por sus actos, lo cual hace difícil hasta su reincorporación  a la política nacional.

Se debe reiterar que su caso no es único en el Gobierno, porque si para una cosa están preparados los perremeístas es para buscarse enemigos gratuitos, con el agravante de que no tienen una agenda en favor de la sociedad, sino de sus amigos y familiares.

En lo referente a la situación de Fulcar este periódico no lo destaca ahora que él está en desgracia, sino que lo advirtió desde los inicios de su gestión, porque lo que ocurre ahora se veía venir.

Lo único que en este momento su desgracia no parece recuperable, aunque en términos de salud si es muy probable que la mejore, no así su imagen en  el escenario político nacional.