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Los regresos más esperados del deporte en 2018
ESTADOS UNIDOS. Serena Williams, madre de Alexis Olympia -nacida el 1 de septiembre-, regresaba a la competición el pasado 30 de diciembre, casi un año después de su último partido, la final del Abierto de Australia que ganó a su hermana Venus el 28 de enero.
Tras su baja por maternidad, Serena -36 años- cogía de nuevo la raqueta en un partido de exhibición en Abu Dabi ante la letona Jelena Ostapenko, aunque el resultado no le fue favorable. “Los primeros partidos siempre son difíciles, más después de haber sido madre”, comentaba la pequeña de las Williams, la mejor tenista de los últimos años, ganadora de 72 títulos, 23 de ellos de Gran Slam y que ha sido 319 semanas la número uno del tenis.
El regreso de Serena Williams, que no estará en el Abierto de Australia, abre aún más competencia en el tenis femenino, que en ausencia de la estadounidense no ha tenido una dominadora clara, alternándose en el número uno la checa Karolina Pliskova, la española Garbiñe Muguruza y la rumana Simona Halep.
En el cuatro masculino, los retornos son más sonados y esperados. Las largas lesiones del serbio Novak Djokovic, del británico Andy Murray, el suizo Stan Wawrinka y del japonés Kei Nishikori marcaron el desarrollo del tenis en 2017.
El regreso de estos cuatro tenistas se irá produciendo poco a poco. En el caso de Djokovic, lesionado en el codo derecho desde Wimbledon, espera estar en el Abierto de Australia (del 15 al 28 de enero); también Wawrinka, ausente de las pistas desde agosto por una operación en su rodilla izquierda: “El objetivo es disputar el Abierto de Australia, aunque no esté al cien por cien”, ha adelantado el suizo.
La reaparición de Andy Murray, aún renqueante de la lesión en su cadera, deberá esperar, como la vuelta de Nishikori, que no se ha recuperado de los problemas en la muñeca derecha que arrastra desde el Abierto de Estados Unidos.
LOS RETORNOS DEL FÚTBOL
El nuevo año ha traído a la actualidad un nombre, por encima del resto, en el panorama futbolístico: el delantero hispanobrasileño Diego Costa regresaba a los terrenos de juego el pasado 3 de enero, vistiendo la camiseta del Atlético de Madrid tres años y medio después de su traspaso al Chelsea, y tras más de seis meses inactivo, debido a la sanción de la FIFA sobre la entidad rojiblanca, que impedía inscribir futbolistas hasta el presente 1 de enero.
El primer partido de Costa en la nueva etapa en el Atlético de Madrid, anotando un gol, armaba de argumentos a su entrenador, Diego Pablo Simeone, sobre el potencial de este delantero que espera en estos seis meses cumplir con las exigencias del seleccionador español, Julen Lopetegui, y asistir al Mundial de Rusia.
“Ya sabemos cómo es Costa: agresivo, intenso, profundo, da alternativas en ataque, estira el equipo para poder jugar entre líneas… Su mayor virtud es que es un compañero ideal para cualquier delantero del equipo”, argumentaba el “Cholo”.
Otro regreso esperado en la Liga española ha sido el del delantero francés Ousmane Dembelé, el fichaje más caro realizado por el F. C. Barcelona -105 millones de euros más variables pagó el verano pasado al Borussia Dortmund- que sufrió una grave lesión el 16 de septiembre, por la que tuvo de pasar por quirófano para reparar una rotura del bíceps femoral de la pierna izquierda.
La Liga española también espera el regreso tras sus largas lesiones de Rafinha (Barcelona), Bruno (Villarreal), Agirretxe (Real Sociedad), Nico Pareja (Sevilla), Muniain (Athletic de Bilbao) y del defensa bilbaíno Yeray Álvarez, éste ya recuperado de un cáncer testicular.
En la Bundesliga están a la espera de la vuelta de Marco Reus (Borussia Dortmund), lesionado desde mayo, y Manuel Neuer (Bayern), baja desde septiembre, ambos en los planes del seleccionador alemán, Joachim Löw para el Mundial de Rusia. En la Premier League, la baja del lateral francés Benjamin Mendy desde septiembre, por quien el Manchester City pagó 58 millones de euros el pasado verano, se alargará algunas semanas más.
REGRESOS A LA NBA
El mundo del baloncesto y más concretamente la NBA ha vivido el esperado regreso del base Isaiah Thomas, quien el pasado 2 de enero pudo por fin debutar con los Cavaliers de Cleveland superando el calvario de siete meses lesionado, período en el que se confirmó su salida de los Celtics de Boston a la franquicia de Cleveland.
El regreso de Thomas propició la victoria de su equipo y una destacada actuación personal: 17 puntos en 19 minutos. “Poner un pie en la pista fue un momento crucial para mí. Nuevo equipo, nuevo pabellón… me sentí como un novato”, aseguraba el jugador de Cleveland.
Un caso parecido al de Thomas lo ejemplifica el escolta de los Chicago Bulls Zach LaVine, lesionado desde febrero de 2017 cuando pertenecía a los Timberwolves de Minnesota y en junio fue traspasado a los Bulls, franquicia con la que todavía no ha podido debutar aunque su recuperación está en la recta final.
El baloncesto europeo también cuenta con sus lesionados de larga duración. Los regresos del español Sergio Llull, ausente desde el 9 de agosto, y del mexicano Gustavo Ayón, baja desde noviembre, ambos del Real Madrid, son los más esperados.
El mundo del atletismo confía en que 2018 sea el regreso a las pistas del velocista español Bruno Hortelano, quien sufriera un accidente de automóvil en septiembre de 2016 y desde entonces superando un calvario de operaciones en su mano derecha. Hortelano espera competir en el Campeonato de Europa al aire libre de Berlín en agosto.
Más incierto es el regreso del sudafricano Wayde van Niekerk, plusmarquista mundial de 400 metros, además de campeón mundial y olímpico, que convalece de una grave lesión de rodilla que se produjo jugando al rugby el pasado mes de octubre. Su vuelta a las pistas sería una gran noticia para un atletismo falto de grandes figuras tras la retirada de Usain Bolt.EFE
Deportes
“Siempre salgo a jugar con el país en el corazón”, dice Al Horford al ser condecorado en el Palacio
Santo Domingo, R.D.-El primer dominicano en ser parte de un equipo campeón en la NBA, Al Horford, recibió este jueves la condecoración en la categoría de caballero por medio de la Orden de Duarte, Sánchez y Mella, de manos del presidente de la República, Luis Abinader.
“Gracias al pueblo por ese apoyo sincero y ese amor que siente, y cada vez que salgo a jugar llevo el país en el corazón y en la mente, tratando de hacer lo mejor posible para representarlo”, aseguró con emoción el jugador de los Celtics de Boston.
Por medio de un decreto, Abinader otorgó el grado de caballero a Horford, quien dio reiteradamente las gracias a Dios, al pueblo dominicano y a su familia, de los cuales estuvieron presentes sus padres, su tío Juan Luis Guerra y su esposa, la miss universo Amelia Vega.
Por su parte, su esposa, emocionada entre lágrimas, manifestó sentirse supremamente orgullosa por sus logros, refiriéndose a sí misma como su primera admiradora.
SANTO DOMINGO. A pesar de que Al Horford trajo el trofeo Larry O’Brien como campeón de la NBA y vino a celebrar con el en la República Dominicana y que le acompañan su esposa Amelia Vega, su madre Arelis Reynoso y el coach de los Celtics Joe Mazzulla, nunca escapa la necesidad de que se le pregunte sobre si volverá a jugar con la selección dominicana y le puso la tapa al pomo: «Ya mi tiempo ha pasado».
Horford siempre soñó con volver como campeón a su tierra natal. Este martes lo hizo orgulloso, pero nunca se queda la pregunta.
Horford, uno de los jugadores más destacados de la NBA, anunció durante una rueda de prensa improvisada en el Aeropuerto Las Américas, en su país natal, que su tiempo como jugador de la selección dominicana ha terminado. “Ya mi tiempo ha pasado”, afirmó el veterano de 38 años, quien jugó por última vez con el equipo nacional hace más de una década.
Horford explicó que está en una fase diferente de su carrera y de su vida, y aunque no planea retirarse del baloncesto, considera que su rol con la selección ha concluido.
En la conferencia, Horford destacó su orgullo por haber traído el trofeo Larry O’Brien, tras una carrera de 18 años en la NBA, para compartirlo con su tierra natal. “Este es un momento muy especial, no solo para mí, sino para mi familia y el país”, expresó. Además, reveló que estará colaborando en una clínica de baloncesto en La Romana junto a su entrenador Joe Mazzulla, reafirmando su compromiso con el desarrollo del deporte en su país.
Al ser preguntado sobre la nueva generación de jugadores dominicanos en la NBA, como Karl-Anthony Towns, Chris Duarte y David Jones, Horford expresó orgullo y admiración, reconociendo el talento emergente del país. Asimismo, subrayó que, a pesar de las críticas, sigue feliz representando a la República Dominicana, aunque de una manera diferente.
Sobre su futuro en la NBA, Horford señaló que mientras se sienta en buena forma y cuente con la bendición de la salud, continuará jugando, reafirmando su intención de seguir contribuyendo al equipo y manteniéndose competitivo.
EFE
Ciudad de México, México.-El segunda base dominicano Robinson Canó ha tenido un aporte a los Diablos Rojos del béisbol mexicano, más allá de su contribución en el campo y en muchos momentos se asemeja a las labores de un entrenador.
Entre los jugadores de los Rojos, los adjetivos que más se utilizan para describir a Canó, ganador de la Serie Mundial de 2009 con los New York Yankees, son «excelencia», «grandeza», «disciplina» y, sobre todo «humildad».
«Robbie tiene 41 años y es el primero en llegar al estadio, trabaja todos los días en el gimnasio y en la caja de bateo. Vino a México para ganar el campeonato y no por el dinero; es un líder. Aparte de un tremendo pelotero, es una gran persona», añadió Bundy.
Canó firmó por los escarlatas para la presente temporada de la Liga Mexicana. Desde el primer momento advirtió que no vino por la paga, sino para romper el ayuno de títulos del equipo, de casi 10 años.
Llegó luego de una carrera de 17 años en las Grandes Ligas, en la que conectó 335 jonrones, la segunda máxima cantidad para un segunda base en Las Mayores, obtuvo cinco bates de plata y ocho selecciones al Juego de Estrellas.
Su paso por la ‘Gran Carpa’ dejó números de aspirante al Salón de la Fama, al que se ve difícil que entre algún día por sufrir dos suspensiones por dar positivo a pruebas antidopaje, la última en 2020, que lo dejó fuera los 162 partidos, toda la campaña 2021.
Tras sus problemas en las Mayores, Canó se había dedicado a jugar principalmente en el invierno en la Liga de República Dominicana, a la que representó en las últimas cuatro Series del Caribe.
Fue en la de este año, en Miami, que los Diablos lo sedujeron al darle la oportunidad de encabezar un proyecto con la meta de regresar a la gloria al equipo más ganador de la liga de México.
Canó terminó la temporada regular como el campeón bateador, con un porcentaje de .431, el mejor en la historia de los Rojos y el sexto mejor en el circuito.
«No me había tocado un extranjero que combinara grandeza y humildad. Es un hombre metido en el béisbol, estudia todo el tiempo los vídeos y las estadísticas», señaló a EFE Carlos Sievers, coach de bateo de los Diablos Rojos.
Otro aporte de Canó ha sido su humildad. Sin ego, se integró como uno más al equipo, dándole su lugar al Juan Carlos Gamboa como el capitán y líder del vestuario.
Canó y los Diablos visitan este domingo a los Sultanes en la final de la Liga Mexicana, que lideran por 2-0 y concluirá con el título para el primero de los dos cuadros con cuatro triunfos. De ganar la final, los escarlatas llegarán a 17 títulos y se confirmarán como los más ganadores de la liga.