AFP
SEÚL. Los surcoreanos votaban hoy (martes en Corea del Sur) para elegir a un nuevo presidente, unos comicios marcados por el escándalo de corrupción que terminó con la destitución de Park Geun-Hye y por las tensiones con Pyongyang.
Más de 139.000 recintos abrieron a las 06H00 GMT (21H00 GMT) y se espera que la participación marque niveles históricos, después de las masivas movilizaciones en las que millones de personas pidieron la salida de Park.
“Estaba tan decepcionada con Park y con la clase dirigente”, contó a la AFP Kim Kyung-Min, una joven de 24 años que votó por anticipado pero que no quiso revelar el nombre de su candidato.
En el epicentro de la crisis está la relación de la destituida presidenta con Choi Soon-sil, una confidente que se hizo conocida como “Rasputina” por las acusaciones de haberse aprovechado de sus relaciones para sacar decenas de millones de dólares a las grandes corporaciones surcoreanas.
Este mega escándalo de corrupción, que sacudió incluso a Samsung, catalizó muchas frustraciones de la población con respecto a las desigualdades, la economía y el empleo.
Esta crisis obligó a todos los candidatos a prometer reformas para una mayor integridad.
Moon Jae-In, un veterano de la lucha por los derechos humanos favorable a un acercamiento con Corea del Norte, es el gran favorito de los comicios.
El candidato del Partido Democrático (centroizquierda) lidera los sondeos con un 38% de las intenciones de voto, muy por delante del centrista Ahn Cheol-Soo, al que algunas encuestas sitúan empatado con el conservador Hong Joon-Pyo.
“Yo voté por Hong ya que la seguridad (frente a Corea del Norte) es la cosa más importante”, dijo a la AFP Chung Tae-Wan, un médico de 72 años, que sufragó en Seocho, un distrito acomodado en el sur de Seúl.
En cambio, una victoria de Moon, de 64 años, permitiría una alternancia al frente del país tras cerca de 10 años de reinado de los conservadores.
Su elección podría significar, además, un importante cambio de política respecto a Pyongyang y también al aliado y protector estadounidense.
Grandes desafíos
Mientras los coreanos votan, Park espera, detenida en prisión, el juicio por las acusaciones de corrupción y abuso de poder.
El escándalo tocó también al heredero de Samsung y al presidente de Lotte -el quinto mayor conglomerado empresarial de Corea del Sur.
El candidato elegido tendrá mucho por hacer para combatir la desaceleración del crecimiento, las desigualdades, la subida del desempleo -de los jóvenes en especial- y el estancamiento de los salarios.
Una situación aún más insoportable para la población en un momento en el que el índice de la Bolsa surcoreana está en alza y en el que el 10% de los surcoreanos más ricos suma cerca de la mitad de los ingresos de toda la población, según una encuesta del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicada el año pasado.
El próximo ocupante de la “Casa Azul”, la residencia oficial de la presidencia surcoreana, heredará al llegar el espinoso dosier norcoreano.
En un momento en que algunos temen un sexto ensayo nuclear de Pyongyang, las tensiones rara vez han sido tan fuertes en la península debido al carácter imprevisible del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, que amenazó con solucionar la cuestión por la fuerza militar.
El despliegue de un escudo antimisiles estadounidense en Corea del Sur para contrarrestar la amenaza norcoreana provocó el enfado de China.
Y Trump dejó perplejos a sus aliados al pedir a Seúl que pague la factura de mil millones de dólares de este dispositivo.
Rompiendo con la línea dura en relación a Pyongyang que defendía Park, Moon debería, en caso de victoria, proponer un acercamiento menos conflictivo con Corea del Norte y una emancipación de la tutela estadounidense.