Todo está listo en la Gran Manzana para que los abridores dominicanos Luis Severino y Ervin Santana protagonicen desde el montículo el duelo estelar con sus respectivos equipos de los Yanquis de Nueva York y Mellizos de Minnesota en el Partido de Comodín de la Liga Americana.
Además también habrá otras caras nuevas en ambos equipos como los también dominicanos Starlin Castro y Gary Sánchez junto con el venezolano Gleyber Torres que hicieron posible que los Yanquis hayan vuelto de nuevo a la competición de los playoffs.
Todos ellos ahora tienen la ilusión de comenzar la lucha por lo que sería el vigésimo noveno título de la Serie Mundial si al final de los playoffs son los mejores.
De momento tendrán que superar el obstáculo de los Mellizos, otro equipo sorpresa, que para nada entraba en las quinielas de estar en la fase final.
El duelo entre dos equipos que han excedido todas las expectativas es uno que ofrece la oportunidad de medir el potencial de dos plantillas renovadas masivamente en los últimos años.
También cita a varias de las figuras jóvenes más excitantes del momento.
Nueva York presenta al jardinero Aaron Judge, que acaba de batir la marca de novato con 52 cuadrangulares.
Severino, de 23 años, cuando salga al montículo del Yankee Stadium se habrá convertido en el lanzador de los Bombarderos del Bronx más joven en abrir un juego de postemporada desde que el zurdo Andy Pettitte, con la misma edad, lo hizo en la serie divisional de 1995 contra los Marineros de Seattle.
Su compañero de batería será Sánchez, otro dominicano que ha aportado 53 jonrones desde agosto del año pasado.
Mientras que los Mellizos cuentan con el tercera base/bateador designado dominicano Miguel Sanó, que deberá ser desequilibrante en la ofensiva del equipo de Minnesota.
Sanó (28 jonrones y 77 impulsadas) cargó con el equipo en la primera mitad, pero se perdió 38 partidos por una dolencia en la espinilla izquierda y el piloto Paul Molitor indicó que lo más probable es que quedará relegado a la banca.
Estos equipos chocaron en el mismo escenario, el Yankee Stadium, hace un par de semanas. Minnesota fue barrido en la serie de tres juegos. Fue un resultado que hizo evocar los malos recuerdos que tienen los Mellizos de sus enfrentamientos contra el equipo neoyorquino en la competición de octubre.
Se trata de una rivalidad desigual como lo demuestra que los Yanquis eliminaron a Minnesota cuatro veces en la postemporada entre 2003-2010.
El inicialista Joe Mauer es el único integrante de los Mellizos que permanece en un equipo que se ha convertido en el primero en la historia que emerge de una temporada de 100 derrotas para acceder a los playoffs en la siguiente.
Tuvieron que pasar siete años para que Minnesota volviera a los playoffs, un periodo en el que Mauer pasó de estelar receptor a defender la primera base.
Pero Mauer no se encontrará con los mismos Yanquis, sin los históricos, el panameño Mariano Rivera, Derek Jeter y el dominicano Alex Rodríguez. Enfrente están los denominados «Baby Bombers».
«No me fijo en la historia porque los rostros han cambiado tanto», señaló el piloto de los Yanquis, Joe Girardi, quien dirigió a Nueva York en las victorias sobre Minnesota en las series divisionales de 2009 y 10. «Por diversas razones, durante ese tiempo, hemos sido superiores».
Sin embargo, las estadísticas todas son negativas para los Mellizos que han terminado con balance desfavorable ante los Yanquis en cada campaña desde el 2002.
Por ello, el afrontar el partido del martes sin complejos de inferioridad será fundamental para los visitantes que tendrán al derecho Santana como el responsable de salir al montículo y la espina de no haber podido ganar todavía ningún partido frente a los Yanquis en los juegos disputados en Nueva York.
Algo que no le preocupa, por adelantó que después que concluya el partido de comodín tendrá ya la primera en su poder.
Santana, un veterano de 13 campañas, fue el segundo pitcher con más entradas lanzadas este año, al llegar a 211 y un tercio, sólo detrás del zurdo Chris Sale (214 y un tercio), de los Medias Rojas de Boston.
El otro desafío es saber responder a un juego en el que no hay margen de error. Con experiencia previa en los playoffs, Castro y Santana subrayaron la importancia de tomarse el partido como cualquier otro.
Ambos reconocieron que todo será igual en el campo para el partido del comodín, aunque como es lógico habrá un poco más de intensidad y emoción, por lo que su estrategia no será otra que la de hacer lo que siempre realizan cuando están en el diamante.