Seis educadores iniciaron el ayuno ante la sede de la Defensoría del Pueblo.
Un total de seis docentes comenzaron este lunes una huelga de hambre, con carácter indefinido, frente a la sede de la Defensoría del Pueblo en la capital panameña, como medida de presión sobre la ministra de Educación, Lucy Molinar, quien no cede a las demandas salariales del gremio desde hace tres semanas.
El secretario general de la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof), Diógenes Sánchez, explicó que aunque iniciaron el ayuno ante la Defensoría del Pueblo, que sirve de mediadora, mantendrán la huelga general y los piquetes en las calles.
Precisamente, los docentes mantienen paralizado el sistema educativo público del país y ahora agregaron una nueva medida, con la finalidad de llamar la atención de las autoridades del Ministerio.
En ese sentido, Sánchez subrayó que decidieron emprender esa medida “para que de una vez, la ministra de Educación, Lucy Molinar, se siente a negociar” con ellos y busque una solución consensuada.
El gremio docente solicita que se les otorgue, sin evaluación alguna, el primero de los aumentos (300 dólares) que antes de iniciar el calendario escolar fue anunciado por el Ministerio, y que en seis años totalizaría 900 dólares.
Al respecto, la Ministra insiste en que los docentes interpretaron mal el aumento de 300 dólares concedidos, sólo si en una evaluación integral del centro y los maestros en su conjunto pasaban la prueba.
Ese condicionamiento es rechazado por los 16 gremios en conflicto, cuyos dirigentes alegan que el plus indicado no se incorpora en la nómina al salario base, sino a supervisión, y por tanto es una bonificación y no un salario.
Por su parte, Molinar defiende que sí es salario y que los 300 dólares adicionales no van al renglón de supervisión sino al de aumento del Gobierno.
La Ministra reiteró además que están dispuestos a continuar el proceso de diálogo, pero exigen suspender el cierre de calles. También ofrece no descontarles del salario los días por paro si regresan de inmediato a las aulas y pagan los días perdidos.
El gremio docente califica la oferta de chantaje, la rechaza e insiste en que el presidente electo, Juan Carlos Varela, interceda para solucionar el conflicto antes de iniciar su gestión.