De acuerdo con la Unicef, los niños huyen hacia la frontera para evitar ser víctimas del conflicto sirio. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia destacó que los grupos armados secuestran niños para incluirlos dentro de sus filas.
Un grupo de niños son secuestrados por los grupos armados para luchar contra el gobierno de Bashar Al-Assad (Foto:Archivo)
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicó este viernes un informe en el que detalló que al menos cuatro mil 150 niños han cruzado la frontera de Siria solos, sin ir acompañados de sus padres o de algún otro familiar para huir del conflicto en la nación árabe.
La Unicef explicó que aunque esta cifra solo incluye a los menores registrados, pudieran ser más niños los que han decidido abandonar su país a causa de la guerra interna.
La portavoz de Unicef, Marixie Mercado dijo en Ginebra (Suiza) que los grupos armados propician la huida de niños porque los reclutan para incluirlos como mercenarios o para asesinarlos y luego culpar al gobierno.
“Algunos (niños) han perdido a sus padres en el conflicto y huyen de la violencia, otros cruzan la frontera para reunirse con otros familiares y algunos son enviados a los países vecinos por sus propios padres para evitar que sean reclutados por grupos armados”, indicó Mercado.
De todos los países, Líbano es el que más niños ha recibido, hasta mil 698, la mayor parte de los cuales vive en el área del valle de Bekaa, donde se les emplea como mano de obra en tareas agrícolas.
Además de Líbano, también en Jordania residen unos mil 170 niños que han llegado solos, incluso menores de nueve años, que viven fundamentalmente en el campo de Za’atari. Junto a estos dos países se une Irak donde se estima hay unos 300 niños que han llegado solos.
Unicef recordó que estos niños han sido “testigos y víctimas de niveles horribles de violencia”, separados en muchos casos de sus padres o cuidadores, lo que los hace “extremadamente vulnerables” a abusos y a ser reclutados por grupos armados de los dos bandos del conflicto.
Mercado informó que está trabajando en las regiones de Siria para identificar a estos niños y asegurarles protección, así como un alojamiento seguro hasta que se localice a algún familiar, educación y asistencia médica y psicosocial.
Los grupos armados que combaten al gobierno de Bashar Al-Assad desde marzo de 2011, con apoyo de naciones de Occidente, han reconocido y pedido ayuda para seguir desestabilizando el país.
La consejera política y de medios del gobierno sirio, Buzaina Shaban, denunció la semana pasada que los niños muertos en el presunto ataque químico del 21 de agosto en las afueras de Damasco son los mismos que fueron secuestrados por estos grupos en varias localidades de Latakia (noroccidente de Siria).
“El gobierno sirio no es responsable por el ataque del 21 de agosto, sino que fue la oposición la que ha secuestrado a los niños y los hombres en los pueblos de Latakia y los llevó a la región de Goutha para concentrarlos en un solo lugar y gasearlos,” dijo Shaban.
La denuncia de la consejera coincide con la información suministrada por la Organización siria para la Defensa de Derechos Humanos (OSDH) que celebró una rueda de prensa en Beirut (capital de Líbano) a principios de septiembre para presentar y revelar las masacres ocurridas el mes pasado en la provincia de Latakia, a manos de mercenarios.
Posteriormente integrantes del frente Al-Nusra, afiliado a la red Al Qaeda, reconocieron masacres contra miembros de la minoría confesional alauita en tres poblados de la provincia de Homs (centro de Siria).
Ese grupo emitió un comunicado publicado en páginas web de los yihadistas. “El muro del miedo ha sido roto, es la primera entrada en esos pueblos, con un número tan grande de muertos”, citó la cadena iraní Press TV.
Siria ha sido escenario de un conflicto interno que estalló en marzo de 2011. Informes demuestran que un alto número de mercenarios extranjeros participa en la guerra contra el Gobierno sirio. Cifras oficiales de la ONU han confirmado que en el conflicto interno, que estalló en marzo de 2011, han perdido la vida más de 100 mil personas.