Coronavirus crea condiciones para que Gobierno y su candidato se promuevan con falsa sensibilidad y solidaridad.

En la medida en que la población se llena de pánico por los niveles de contagios y mortalidad del Covid-19, la maquinaria peledeísta se activa para vender al votante  una falsa percepción de solidaridad y de bondad que siempre ha sido ajena a los que ocupan el Gobierno por cerca de 20 años.

La ofensiva del PLD, cuyos dirigentes y funcionarios del Gobierno están sumergidos en el peor de los descréditos, consiste en promover una supuesto bondad y solidaridad que no tiene y su principal manifestación se produce con la decisión del candidato Gonzalo Castillo de enviar varios aviones a Cuba a recoger unos médicos dominicanos que hacían especialidad en esa hermana nación, pero que por el coronavirus exigían que fueron retornados a su país.

La segunda maniobra del oficialismo consistió en Castillo ofrecer y luego ejecutar una donación supuestamente del dinero de su campaña de 20 millones de pesos, cuyo monto ha sido distribuido entre varias organizaciones sin fines de lucro, incluida la Fundación Cruz Jiminián.

El plan tuvo continuación con el envío a China de otra aeronave de la flotilla que controla el candidato oficialista para comprar mascarillas y otros utensilios médicos y para ser distribuidos entre la población para evitar el contagio del patógeno.

El  estratagema se extiende con las acciones del presidente Danilo Medina de distribuir alimentos y dinero entre la población más vulnerable al margen de lo que se entiende como lógico que es convocar un Gobierno de Unidad Nacional para manejar con transparencia sus políticas de asistencia social.

El mandatario en un discurso dirigido a toda la nación anunció un plan de asistencia a los trabajadores formales e informales con una inversión de alrededor de 32 mil millones de pesos y para concretar su plan recurre a un procedimiento que no encaja en el protocolo internacional de distribución de alimentos para evitar el contagio de la enfermedad.

De igual modo, el jefe de Estado decidió aumentar el monto de dinero que  les regala el Estado mensualmente a los más pobres, cuya medida consistió en llevar la tarjeta Solidaridad, por lo menos por dos meses, de mil quinientos pesos a cinco mil.

Las acciones del Gobierno se producen en medio de un cuadro que prácticamente inhabilita a la oposición porque manipula a la gente cuando hay alguien que aborda el problema de la pandemia desde una perspectiva critica y de rechazo a la maniobra oficial.

Todo esto se produce mientras organizaciones internacionales que manejan asuntos que tienen que ver con la transparencia  advierten que se debe evitar que  ocurra lo que  pasó  en Haití con las donaciones recibidas de todo el mundo a propósito del terremoto que lo devastó, donde incluso las autoridades de naciones como la República Dominicana le pasaron factura al país más pobre del mundo.

En la actualidad está prácticamente vedado que se toque el tema de la pandemia a menos que no sea en función de adornar  la política oficial, pero no se permite   resaltar la suplantación del Estado que hace el candidato Gonzalo Castillo con la complicidad de su partido y del propio presidente de la República para vender una sensibilidad y una solidaridad que no es parte de su comportamiento.   

El asunto toma una dimensión más preocupante porque las compras y los recursos del Estado pueden ser utilizados para la promoción politiquera del candidato del Gobierno a la presidencia de la República, lo cual parece dirigirse a dañar profundamente la democracia.

El problema tendrá que ser manejado por la oposición con mucho tacto, ya que el Gobierno en estos momentos tiene el control a través de la declaración de emergencia nacional de todo lo que se puede hacer para contrarrestar el Covid-19, lo cual también se traduce en promover  una falsa sensibilidad y solidaridad que forman parte del estratagema del Partido de la Liberación Dominicana, para cuyo propósito maneja con una alta inversión económica a la mayoría de los medios de comunicación del país.