El presidente Danilo Medina durante su última comparecencia en la Asamblea Nacional, donde ofreció un detallado resumen de su gestión. Lo escuchan atentamente la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández; Reinaldo Pared Pérez, senador del Distrito Nacional, y Lucía Medina, presidenta de la Cámara de Diputados.
Santo Domingo.- Los problemas migratorios, especialmente de los ilegales haitianos, se han constituido en uno de los desafíos más persistentes durante los dos períodos de gobierno del presidente Danilo Medina.
Un año después de iniciar su primer período, el Tribunal Constitucional emitió la sentencia 168- 13, que esclareció los criterios para conceder la nacionalidad dominicana mediante el jus solis (nacimiento), los cuales estaban vigentes desde 1929, pero, al igual que otros temas, había una dualidad de interpretación, y no fue sino hasta septiembre de 2013 que el órgano llamado para esclarecerlo lo hizo en materia de interpretación jurídica.
A pesar de eso y de que en 2014 el presidente Medina también implementó el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en situación migratoria irregular radicados en el país, al mandatario todavía le sigue la sombra del descontrol fronterizo.
El Plan de Regularización que, se ha ido prorrogando año tras año, volvió a extenderse por 12 meses en este nuevo período de gobierno.
Según datos del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), más de 46,000 ciudadanos haitianos fueron apresados y devueltos a su país, tras ser entregados a las autoridades de Migración, que ejecutó su repatriación.
Traspiés en educación
En el primer año de su segunda gestión, Medina ha cumplido muchas de sus promesas, mientras que otras todavía siguen pendientes.
La revolución educativa ha sido uno de los estandartes de su mandato con la asignación del 4% del Producto Interno Bruto (PIB), con un total de 112,000 millones de pesos para el año 2017, lo que representa un incremento de RD$13,000 millones con relación al 2013, que solo era de 99,000 millones. Sin embargo, el quinto año de su gobierno se ha visto empañado por conflictos entre la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y el Ministerio de Educación (Minerd), ya que a partir de marzo, los profesores convocaron paros de docencia en demanda de aumentos salariales, lo que afectó la presencia de alumnos en las aulas.
Al final, ambos sectores llegaron a un acuerdo y el año escolar 2016- 2017 pudo salvarse. No obstante, el ministro Andrés Navarro está ejecutando una política sin precedentes con el proceso de saneamiento de la nómina de Educación, donde se detectó que 3,929 profesores cobraban sin trabajar, según el ministerio, aunque la ADP pide una revisión más profunda sobre estos casos, alegando que muchos están para pensión o con licencia por embarazo.
Corrupción e impunidad
Por otra parte, en 2012 Danilo Medina subió al poder bajo la consigna de que actuaría con firmeza contra aquellos funcionarios que se les comprobara actos de corrupción, o en su defecto, desde que él mismo escuchara el “rumor público”. Sin embargo, en principio las críticas no iban en contra de su gabinete sino hacia su predecesor, el expresidente Leonel Fernández, quien dejó un déficit fiscal que alcanzó, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cifra de 200,000 millones de pesos, lo que equivalía al 8.5% del PIB. Durante cuatro años Medina gobernó con pocas dificultades, y por tanto, este optó por reelegirse, consiguiendo así el 62% de los votos, logrando convertirse en el presidente más popular en la historia democrática del país.
Aún así, los reclamos contra su gobierno se agudizaron a finales de 2016, cuando estalló el escándalo internacional de la constructora brasileña Odebrecht, donde ejecutivos de ese emporio confesaron haber pagado sobornos a funcionarios dominicanos por más de 92 millones de dólares del año 2001 al 2014.
En otro hecho sin precedentes, en mayo de este año, 14 ciudadanos, incluyendo exministros, exlegisladores, legisladores activos y un ministro en funciones fueron acusados por la Procuraduría de recibir ese dinero, entregado alegadamente por el empresario Ángel Rondón, quien junto a Víctor Díaz Rúa, cumple prisión preventiva en la cárcel modelo de Najayo.
Los demás acusados fueron Temístocles Montás, Andrés Bautista, Alfredo Pacheco, Julio César Valentín, Tommy Galán, César Sánchez, Conrado Pittaluga, Máximo De Oleo, Roberto Rodríguez, Ruddy González, Radhamés Segura y Bernardo Castellanos; todos libres bajo fianza.
La oposición más visible que ha tenido la gestión de Medina ha sido el movimiento Marcha Verde, que desde el 22 de enero de 2017, ha marchado por diferentes puntos del país. Este grupo, sin un líder visible, ha levantado una bandera de lucha contra la corrupción e impunidad que, supuestamente, impera en el gobierno. Aunque el caso está en la justicia, el movimiento se mantiene, alegando desconfianza en quienes tienen en sus manos aplicar el castigo correspondiente.
Las visitas sorpresa
El acercamiento con los comunitarios, sin duda, ha sido su arma exquisita y la que más resultado le ha dado al presidente Medina.
Cada domingo, sin cesar, el mandatario realiza una visita sorpresa donde promete financiamiento a productores y agricultores o da seguimiento a las políticas que ya se están implementando en el lugar.
En lo que lleva de gobierno, Medina ha realizado 178 visitas sorpresa, cuyo presupuesto programado se acerca a RD$42,572,524,436, con un total de 594 proyectos en proceso de gestión. Asimismo, de ese mismo presupuesto, se ha ejecutado alrededor de RD$25,944,968,331 donde ya se han concluido 653 maquetas trazadas.
(+)
A PESAR DE TODO… UNO DE LOS MEJORES VALORADOS
El presidente Danilo Medina es el quinto Presidente mejor valorado del mundo, según un cuadro presentado por la revista española ACOP (Asociación de Comunicación Política), cuyo estudio arrojó que el mandatario se adjudicó 52 por ciento de aprobación en febrero de este año, basado en una investigación de la firma Gallup.
El quinto lugar que Medina ocupa este año en el ranking de aprobación refleja una baja de cuatro peldaños en el encasillado y una pérdida, a su vez, de 31 puntos desde que subió a lo máximo del escalafón popular, en 2016.
Al mandatario solo le aventajan, en aprobación ciudadana, los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, con 81%, basado en una encuesta de Lervada; Enmanuel Macron, presidente de Francia, con 69 por ciento, por encuesta de Ifop Fiducial; Ángela Merkel, canciller de Alemania, con 64%, en investigacion de la Infratest Dimap, y Justin Pierre James Trudeau, primer ministro de Canadá desde noviembre de 2015. con 56%, en un trabajo a cargo de Ipsos.
A pesar de esos números, a Medina le espera un largo camino por recorrer en tres años que le faltan.
Aunque hay seguidores que piden reforma constitucional para que opte por reelegirse nueva vez en el 2020. Solo rumores… por ahora.
listindiario.com