El obispo de Baní dice que el sistema imperante hace al Presidente de la República intocable, debido a que domina los demás poderes del Estado
(Danny Polanco)
Monseñor Víctor Masalles Pere, obispo de la diócesis de Baní, es conocido dentro y fuera de la Iglesia Católica como un hombre con un optimismo que desborda. Él siempre ve hacia adelante y piensa en un futuro promisorio para la colectividad, y sobre todo, confía en el despertar del pueblo que lo ha hecho suyo, el dominicano.
Sin embargo, al conversar con elCaribe en su oficina de la diócesis de Baní, monseñor Masalles Pere no hizo esfuerzo por ocultar un cierto pesimismo con respecto a uno de los temas que más preocupa a la sociedad, y que en los últimos meses se mantiene en el tapete motorizado por cajas de pandora abiertas en Brasil, Estados Unidos y Suiza, manchando directamente a Gobiernos y políticos de Latinoamérica y África: la lucha contra la impunidad y la corrupción.
Para él, en el contexto actual, la lucha contra la corrupción y la impunidad se ve perdida. Y acota: “frente a la impunidad, mientras no se reformule el modelo actual, tenemos la batalla se ve algo así como perdida, porque aquí ningún presidente se va a dejar agarrar”.
Y este “algo así como perdida”, explica, no es falta de fe, sino que lo basa en que el modelo político actual es de corte trujillista, en el cual el presidente de la República tiene plenos poderes sobre todos los poderes del Estado, y se rodea de gente que nunca lo va a cuestionar, sino que lo apoya y lo cubre. “El presidencialismo tiene pleno poder sobre el Estado, y esa plenitud de poder los hacen intocable”, apunta.
Señala que aunque eso ha pasa con el presidente Danilo Medina, también pasó con los expresidentes Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Joaquín Balaguer y con el exdictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Pero con respecto al Presidente Medina, monseñor Masalles Pere dice que su imagen se ha deteriorado porque hay hechos graves a los que no ha dado las explicaciones que el país espera, porque la cultura que impera es la de tapar y no enfrentar las cosas.
Al respecto dice que “Un ejemplo es que Mónica Moura, la esposa de Joao Santana, dice en Brasil que el dinero de Odebrecht sirvió para subvencionar la campaña de Danilo Median, y Danilo Medina dice que no, y ya, y se queda ahí… es decir, no hay cómo llegar al fondo de las cosas”.
“Y si esa señora dice eso, en el juicio en el que llevaron a Joao Santana a la cárcel, y está en run run internacional en Panamá, Perú, Colombia, Estados Unidos y Brasil, y me pregunto, ¿qué hacer, quedarnos callados?”, subrayó.
Poca fe en el Presidente
¿Entonces, usted no cree en el Presidente Medina cuando dice que es el principal aliado contra la impunidad y la corrupción?, se le preguntó, a lo que el obispo de Baní respondió:
“No estoy seguro de creerle al Presidente Danilo Medina cuando se autoproclama aliado de la lucha contra la corrupción. A él se le han exigido explicaciones, y él lo que ha dado es un discurso de actitudes, de estar dispuesto a, de promesas. Se le exige una explicación, igual que al Procurador General de la República, y pasan los días, pasan los meses, y todo sigue igual. Yo no sé, pero a mí me cuesta mucho trabajo tener tanta fe para creer. Hasta que no haya explicaciones, que haya respuesta contundente, que haya luz, que sea creíble, que sea demostrable, será difícil y demostrable, será difícil de creer.
No es aquello de Santo Tomás de ver para creer, pero yo creo que sí, que hay casos que hay que ver para creer”.
La Iglesia y Marcha Verde
Monseñor Víctor Masalles Pere también defiende al movimiento Marcha Verde, y señala que éste “tiene una legitimidad enorme, pues es el reclamo de una sociedad en la cual a lo interno no se habla de lo que fuera del país se está hablando”.
Y lo define como un grito social donde la gente dice que se quiere más transparencia, pero no se explica, que él se atreva a explicarlo, y solo se dice que saldrá la verdad, vamos a ver, y todos sabemos lo que va a pasar.
“Este no es un movimiento político, es un movimiento social, apoyable y que apoyo en todos los sentidos, porque apoyo la transparencia. La Iglesia apoya ese movimiento, pero no lo ha hecho con toda la fuerza que debiera hacerlo. La Iglesia debe incrementar el esfuerzo de defender y apoyar ese tipo de movimiento”, subraya.
Sobre los objetivos del movimiento observa que “Nos dice que no podemos tragarnos todo lo que nos dicen, que la ciudadanía debe ser crítica ante la sociedad y los gobernantes.
Un pueblo que no tiene conciencia se transforma en masa, y las masas son manipulables. Y los dominicanos seguimos siendo masa cuando manejan nuestra conciencia, y cuando por una fundita, o cualquier cosita o porque nos engañan, no somos capaces de ser críticos ante un discurso engañoso que se nos ofrece, y tenemos que despertar la conciencia para ser verdaderamente pueblo, porque un pueblo es un ente pensante, con una conciencia colectiva, y eso es lo que está dormido en este momento. Espero que este movimiento despierte al pueblo del letargo en el que se encuentra”. l
Afirma los partidos están vacíos y sin ideologías
Monseñor Víctor Masalles Pere dijo que uno de los principales problemas del país es que los partidos no tienen ideología y están vacíos de contenido, lo que se refleja en que cumplir con la promesa no es importante, sino engañar, el anejo de la opinión, y aplicar una estrategia de mercadotecnia para tratar de ver cómo se compran los votos.
Sostiene que la clase política no ha madurado y no hay instrumentos que garanticen un ejercicio transparente, como es la ley de partidos, crear reglas que hagan madurar la política, que la regule y le de ética, y la clase política es inmediatista, y ejemplo de ello es el transfuguismo, que es un ejemplo de que en los partidos no hay principio, sino oportunidad, los partidos se ven como centros de oportunidades.
3,000
firmas Monseñor Masalles está orgulloso de que en su toma de posesión se recolectaran 3,000 firmas contra la impunidad.
50
democracia Para Masalles, la democracia dominicana ha madurado poco en los 50 años de relativa estabilidad política.
El Caribe