Muchos propietarios de casas antiguas del centro histórico de la ciudad dejan que estas se arruinen para justificar su destrucción total y dar paso a una nueva construcción o vender a otro el valioso terreno.
Son numerosos los inmuebles de valor que se ven abandonados en diferentes vías del denominado centro histórico de Santiago.
Persianas rotas, madera quebrada por los años, huecos, polvo y hasta con cerco de alambres en sus galerías, exhiben algunas de estas casas.
Debido a su avanzado deterioro, muchas de ellas se convierten en nido de ratas o en albergue para desamparados.
Algunas han desaparecido como consecuencia de incendios y para muestra se pueden citar dos de los más recientes, el primero ocurrido el domingo tres de marzo y el segundo a principios del mes de abril, ambas viviendas consideradas parte del patrimonio de la ciudad.
En un trabajo publicado recientemente en un medio digital, el director regional de la Oficina Nacional Patrimonio Monumental, Fausto Ortiz, reveló que en menos de veinte años en el denominado centro histórico de Santiago se destruyeron 203 casas o edificaciones de estilo vernáculo, espacio que en su mayoría se destinó a parqueos privados.
Algunos de estos espacios pertenecen a negocios formalmente establecidos y otros son rentados por hora a los que frecuentan el casco urbano.
En algunos casos se han abierto procesos judiciales en contra de los que violan las leyes establecidas para la conservación de este patrimonio, como las que se derriban sin autorización o se le hacen anexos o remodelaciones que no están acordes al diseño arquitectónico de estos inmuebles.
La mayoría de los que tienen este tipo de inmuebles protegidos en el centro de la ciudad se fueron hacia otros sectores, otras ciudades o emigraron del país por diversas razones, entre las que se citan el congestionamiento de la ciudad, la falta de espacios para aparcar y de seguridad. Ortiz lo atribuye a que muchas familias se han mudado del centro al morir sus padres y otras han vendido sus inmuebles a comerciantes que los tienen como inversión.
Inventario
De acuerdo con Fausto Ortiz, de la Oficina Nacional Patrimonio Monumental, actualmente Santiago cuenta con 461 inmuebles patrimoniales, de los cuales son solo 64 anglo-antillanas o victorianas como se le conoce popularmente, las demás son neoclásicas, art -deco, estilo internacional y popular. El estado de estas construcciones puede variar, pero las que están en peor estado son las de madera.
Para crear conciencia sobre su valor, en la actualidad se promueve un plan que busca estar en contacto directo con los usuarios con la entrega de un brochure informativo.
Durante esos contactos con los propietarios se les informa el valor de los inmuebles, ya que Santiago como destino turístico no cuenta con playas y los turistas llegan a la ciudad con el interés de visitar el centro histórico y sus monumentos, por lo que es necesario velar por su conservación.
Aunque ha crecido la oferta de parqueos privados, en su mayoría sobre la base de la destrucción de viviendas antiguas, estos han resultados insuficientes para garantizar la frecuencia de personas a esta zona, donde se encuentra el mayor flujo comercial. Aunque hace varios años se plantearon diversas alternativas para hacer parqueos públicos, esto no ha estado en la agenda de las últimas administraciones municipales.
Calles estrechas
Además, al centro urbano le caracteriza un constante tranque del flujo vehicular como consecuencia de sus calles estrechas y de la penetración de diversas rutas del concho que coinciden en diferentes puntos y que improvisan paradas para montar y desmontar pasajeros, lo que crea los llamados cuello de botella en diferentes intersecciones.
Las demás dificultades que afectan a Santiago la aportan la inseguridad, lo que hace que la ciudad muera con la puesta del sol. Muy pocos negocios ofrecen servicios en el denominado centro histórico y para buscar diversión la gente debe estar en los alrededores del área monumental donde hay diferentes ofertas y atracciones.
Oficina está a cargo de proteger patrimonio
La Oficina Nacional de Patrimonio Monumental fue creada en 1967 mediante el decreto 1397 y la Ley No.318 del l4 de junio del 1968, con el objetivo de velar, proteger, salvaguardar, conservar y consolidar todos los monumentos de la Ciudad Colonial de Santo Domingo y todo el conjunto de monumentos e inmuebles de interés histórico de país.
En ese sentido, Fausto Ortiz aclaró que la oficina que dirige no aprueba parqueos, por el contrario, están en contra de destruir viviendas para dar paso a parqueos públicos y privados. Sin embargo, esto no ha evitado, bajo algún argumento, la destrucción lenta de inmuebles para dar paso a uno de estos estacionamientos en el centro de la ciudad.
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