AGENCIA AFP
Nanterre, Francia.-Nahel M., que murió por el disparo de un policía en Francia, es recordado por sus allegados como un «chico tranquilo» que a veces «estaba al límite» pero que no era muy diferente de tantos otros jóvenes de la periferia.
Su muerte desató protestas y disturbios en numerosas ciudades y barriadas, que lo convirtieron en símbolo de sus propios jóvenes.
El muchacho de 17 años, que será enterrado este sábado, había sido criado por su madre en Nanterre, un suburbio al oeste de París. Era un aficionado de rap y las motos.
Murió al volante de un coche cuando un agente le disparó a quemarropa tras negarse a acatar un control policial.
«Nahel era un chico tranquilo. Cometió infracciones, sí, pero ¿en qué mundo eso es una excusa para matarlo? Saben cómo son los jóvenes de 17 años», suspira Saliha, una habitante de Nanterre, de 65 años.
«Nahel es hijo de todos nosotros», afirmaron el jueves participantes en una marcha de homenaje que terminó con violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Mounia, su madre, lo describió como su «mejor amigo». «Para mí lo era todo», afirmó esta mujer devastada, quien rechazó culpar el conjunto del cuerpo policial por la muerte de su hijo.
Su muerte tuvo un eco más allá de las fronteras francesas. En Argelia, de donde es originaria su familia, el ministerio de Relaciones Exteriores expresó su «consternación» por lo ocurrido.
El joven, que era también muy cercano a su abuela materna, trabajaba como repartidor, según el abogado de la familia.
Había iniciado un «programa de inserción» con la asociación ‘Ovale Citoyen’, que usa el deporte para acompañar a los jóvenes y se había asociado al club de rugby de Nanterre.
Nahel M. no tenía antecedentes judiciales, pero ya había tenido roces con la policia por hechos similares al que llevó a su muerte, según el fiscal de Nanterre. Debía comparecer por ello septiembre ante un tribunal de menores.
«Para mí, Nahel era el típico ejemplo de un chico de barrio que había abandonado los estudios, que a veces estaba al límite pero no era un ladrón, y que tenía voluntad de salir adelante», describió Jeff Puech, el presidente de Ovale Citoyen, en el diario Sud-Ouest.
«Iba a construir un nuevo futuro», aseguró la asociación en Twitter.
Hace un mes, Nahel cumplió el sueño de numerosos jóvenes. Apareció como figurante en un videoclip grabado en Nanterre por una estrella del rap francés.
En el video, se le ve realizando el gesto característico de Jul, el cantante, quien en sus redes sociales compartió el llamado a ayudar financieramente a la familia de Nahel, el «hermano pequeño».