Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, saludó y felicitó a Luis Guillermo Solís .
El mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, saludó y felicitó este martes al Presidente electo de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y reiteró su voluntad para emprender un diálogo político y diplomático, al margen de los diferendos limítrofes presentados ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
Durante la clausura de una reunión de mandos de la Policía Nacional, Ortega señaló que independientemente que Nicaragua y Costa Rica estén dirimiendo sus diferencias limítrofes ante La Haya, eso no debe impedir que ambos países puedan dialogar.
«Estamos entendidos que para el Presidente electo todavía no hay condiciones para que normalicemos relaciones en el campo político y diplomático», aunque ambos países tienen embajadas y un nivel de comunicación entre las fuerzas de seguridad, recordó Ortega.
En ese sentido, le pidió a Solís «no cerrarnos al diálogo» como países hermanos, porque «las tensiones (limítrofes) que tenemos, ya no dependen de Nicaragua ni de Costa Rica, sino de lo que decida la Corte» de La Haya.
“Independientemente de los casos que están en la Corte, esto no debe cerrar a Costa Rica y Nicaragua a establecer un diálogo en el campo político y diplomático también (…) somos países hermanos”, señaló el jefe de Estado.
Ortega destacó la necesidad de seguir fortaleciendo los esfuerzos en materia de seguridad fronteriza para enfrentar al narcotráfico, recordando también que muchos nicaragüenses trabajan en Costa Rica, así como inversionistas costarricenses tienen intereses económicos en Nicaragua.
Igualmente, Ortega dijo que ambos Estados deben fortalecer la cooperación de inteligencia policial, para continuar dando la batalla contra el narcotráfico y el crimen organizado que cruza la región centroamericana, porque aunque sea una zona de mercado, sirve como pasadizo de la droga hacia Norteamérica.
Las tensiones entre Nicaragua y Costa Rica datan de octubre de 2010, después que San José acusó a Managua, ante la CIJ, de lanzar sedimentos a su territorio por las obras de dragado del río San Juan e invadir con tropas isla Calero, cuya soberanía están en disputa en el tribunal internacional.
Un año después, Nicaragua acusó a Costa Rica por la construcción de la ruta 1856, paralela al río, parte de cuya margen derecha en su desembocadura hacia el Caribe sirve de frontera natural entre las dos naciones.
Posteriormente, la actual presidenta costarricense Laura Chinchilla presentó una segunda demanda contra Nicaragua, para establecer los límites marítimos en el Caribe y el océano Pacífico. Ambas partes fueron citadas a presentar sus memorias a comienzos de 2015.