Reportajes
Niños y Niñas en un mundo urbano
Published
12 años agoon
By
LA REDACCIÓNEl Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) presentó el Estado Mundial de la Infancia 2012: Niños y niñas en un mundo urbano.
El informe destaca cómo las ciudades no están satisfaciendo las necesidades de niños, niñas y adolescentes, excluyéndolos de los servicios sociales básicos.
Más de la mitad de los 7 mil millones de habitantes del planeta vive hoy en zonas urbanas.
En América Latina y el Caribe, unos 460 millones de personas viven en estos entornos (79% de la población). De ellos, más de 196 millones son niños, niñas y adolescentes.
Según el informe, una mayor urbanización es inevitable y dentro de pocos años, la mayoría de los niños crecerá en ciudades y no en las zonas rurales. El 60% del aumento de la población urbana es debido a los niños y niñas que han nacido en las ciudades.
Aunque muchos niños y niñas gozan de los beneficios que ofrecen las ciudades, como escuelas, zonas de recreación y hospitales, cientos de millones quedan al margen de estas oportunidades.
“La exclusión que sufren los niños de los asentamientos precarios no solo les niega la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial; también priva a sus sociedades de los beneficios económicos que supone una población urbana saludable y bien educada”, dijo el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, al presentar el informe a nivel mundial.
En República Dominicana, más de 6 millones de personas viven hoy en áreas urbanas. Asimismo, el 63% de la población dominicana es menor de 18 años.
La realidad de la niñez urbana en nuestro país es similar a la del resto de América Latina. El 62% de los hogares urbanos vive en situación de pobreza, afectando fundamentalmente a la población infantil, sobre todo al grupo de 0 a 5 años en el que la pobreza alcanza un 20%. La vida en zonas urbanas marginales de nuestro país, expone a miles de niños y niñas a la exclusión de los servicios sociales básicos.
En general, los grupos marginados, como los niños y niñas que viven o trabajan en la calle, los hijos e hijas de los inmigrantes y refugiados, afrontan trabas concretas, por ejemplo en educación, incluida la dificultad de cumplir los requisitos para matricularse en las escuelas urbanas.
Los niños que carecen de acta de nacimiento pueden estar más expuestos a la vulneración de sus derechos. La falta de registrohace que sea difícil para las autoridades hacer seguimiento y proteger a esos niños. En República Dominicana, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Hogares (ENHOGAR 2009-10), el 20% de niños y niñas entre 0 y 5 años no cuenta con registro de nacimiento.
En todo el mundo, se estima que 215 millones de niños y niñas entre los 5 y los 17 años fueron víctimas del trabajo infantil, en 2008, y 115 millones realizaron trabajos peligrosos. 2,5 millones de personas son víctimas del trabajo forzoso como resultado de latrata de personas, de los cuales, entre un 22% y un 50% son niños y niñas.
El agua insalubre, el saneamiento deficiente y las condiciones de vida antihigiénicas cuestan muchas vidas cada año: alrededor de 1.2 millones de niños mueren antes de cumplir los 5 años solamente a causa de la diarrea.
Los niños y niñas que crecen en medio de la violencia muestran un bajo rendimiento académico y mayores tasas de deserción escolar, así como ansiedad, depresión, agresividad y problemas de autocontrol. La violencia urbana y el crimen afectan a cientos de millones de niños ya sea como víctimas, actores o testigos.
La pobreza urbana se intensifica por la exposición a los peligros naturales. Las condiciones precarias y las grandes concentraciones de personas pueden hacer de las ciudades un lugar especialmente peligroso. La mala salud y la nutrición inadecuada hacen que los niños sean más vulnerables a los efectos de las crisis medioambientales.
Hacer que las ciudades sean apropiadas para los niños y las niñas
El informe hace llamamiento especial a la equidad; en otras palabras, exhorta a dar prioridad a los niños y las niñas menos favorecidos, dondequiera que vivan.
UNICEF insta a los gobiernos a otorgar a los niños un lugar central en los procesos de planificación urbana y a ampliar y mejorar los servicios para todos. Para comenzar, se requiere información más precisa y rigurosa para poder identificar las desigualdades entre los niños de las zonas urbanas, así como también para superarlas.
El informe aboga por que sean reconocidos los esfuerzos que realizan las comunidades para abordar la pobreza urbana y ofrece ejemplos de asociaciones efectivas con personas pobres de las ciudades, incluyendo niños, niñas y adolescentes.
En la página 55, el informe reseña la experiencia dominicana de los Ayuntamientos Juveniles e Infantiles, manifestando que “en los municipios amigos de la infancia, todos los niños y niñas en edad escolar participan en las elecciones de los consejos para la infancia, ocasión que se aprovecha para informarles acerca de los derechos de la ciudadanía”.
El enfoque de equidad presentado en el informe para enfrentar los desafíos urbanos incide en cinco claves, cada uno de los cuales conduce al siguiente y lo fortalece:
1. Entender las necesidades de los niños en las ciudades. Se necesitan más datos y análisis para precisar de qué modo la pobreza y la exclusión afectan a los niños de zonas urbanas. Los responsables políticos deben mirar más allá de los promedios de las estadísticas.
2. Eliminar las barreras a la inclusión. La ampliación de los servicios por sí sola no garantiza su uso por las familias más marginadas. La planificación urbana, el desarrollo de infraestructura y la intensificación de los esfuerzos por reducir la pobreza y la desigualdad deben atender las necesidades de los niños. Los pobres urbanos, en especial los niños y los jóvenes, deben participar en la gobernanza urbana.
3. Los niños y niñas deben estar primero. Necesitamos un enfoque marcado en las necesidades particulares de los niños en materia de planificación, infraestructura y gobernanza urbanas. Dicho enfoque debe abarcar la tenencia segura, la reducción de la pobreza y la protección de la infancia, así como la prestación de servicios.
4. Trabajar en asociación con los pobres urbanos. Las iniciativas que permiten a las comunidades (en particular a niños y jóvenes) influir en las políticas, la planificación y los servicios urbanos tienen mejores resultados para ciudades enteras.
5. Trabajar en colaboración a escala internacional, nacional, municipal y comunitaria, aunando recursos y energía, para garantizar que los niños que viven en la pobreza más profunda y en los márgenes de la sociedad gocen plenamente de sus derechos en todas las ciudades.
“La urbanización es una realidad y debemos invertir más en las ciudades, redoblando los esfuerzos para prestar servicios a los niños y las niñas más necesitados (…) Es posible cumplir los compromisos con los niños urbanos, pero solo si todos los niños reciben la atención y las inversiones que merecen y si no se permite que el privilegio de algunos oculte las desventajas de otros”.- concluyó Lake.
Reportajes
FMI prevé que la economía de RD progrese un 5,5 % este año
Published
7 años agoon
abril 17, 2018REDACCIÓN.- El Fondo Monetario Internacional prevé que la recuperación económica en Latinoamérica se fortalezca este año hasta alcanzar un crecimiento del 2 %, por encima del 1,3 % registrado en 2017, según la actualización de sus perspectivas económicas anunciadas hoy.
En su nuevo reajuste de sus pronósticos mundiales, el Fondo elevó las previsiones de crecimiento de Latinoamérica para 2018 en una décima respecto de enero, hasta el 2 %, en gran medida por el impulso de Brasil, que aumentó sus previsiones del 1,9 % al 2,3 %.
“Hemos visto una recuperación generalizada en gasto e inversión en Brasil, especialmente si nos remontamos al 2016, cuando la economía estaba contraída. Hay un retorno al crecimiento positivo, y el bajo nivel de inflación ahí también ayudó a bajar las tasas de interés”, explicó hoy el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, en la presentación del informe de perspectivas globales.
Así, el organismo atribuye al “mayor consumo y crecimiento en inversión privada” el aumento de sus estimaciones para Brasil, que verá crecer su economía en un 2,3 % en 2018 y en un 2,5 % en 2019, datos revisados ambos al alza en cuatro décimas respecto a la anterior actualización de hace tres meses.
El sólido crecimiento de México, que se mantiene en el 2,3 % para este año, y la subida de los pronósticos para las economías de Chile (del 3 % al 3,4 %) y Ecuador (del 2,2 % al 2,5 %) han contribuido también a que el FMI incremente sus proyecciones para la región.
El Fondo destacó que la economía de México se beneficiará este año de la revisión al alza del crecimiento de Estados Unidos, que ha visto su proyección aumentada en dos décimas hasta el 2,9 % en 2018.
En este sentido, el director adjunto del Departamento de Investigación del FMI, Gian Maria Milesi-Ferretti, aseguró en rueda de prensa que la reforma fiscal aprobada en diciembre por el Congreso estadounidense tendrá un “efecto positivo” en la economía mexicana.
No obstante, advirtió de la gran importancia que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), ahora en su séptima ronda, tiene para México, cuyas exportaciones mayoritariamente van destinadas a EE.UU.
“Esperamos que el contexto para alcanzar un acuerdo TCLAN sigan mejorando. Poner barreras a la integración (comercial) tendría un impacto muy negativo”, señaló Milesi-Ferretti.
El FMI apuntó en su análisis que “continua la recuperación gradual del crecimiento en Latinoamérica y el Caribe, una región severamente afectada por la caída de los precios de las materias primas entre 2014 y 2016”.
Después de aumentar el 1,3 % en 2017, el Fondo espera que el crecimiento de Latinoamérica se acelere progresivamente del 2 % en 2018 al 2,8 % en 2019, según esta última actualización.
Las cifras de la región, sin embargo, vienen lastradas por la profunda crisis económica que vive Venezuela, con una contracción estimada del 15 % para este año y del 6 % para 2019.
De hecho, el FMI prevé que la inflación en Venezuela ronde el 14.000 por ciento en 2018, alimentada por la pérdida de confianza en la moneda nacional, una situación acrecentada por el colapso en la producción de petróleo y su exportación.
Además, algunos países de la zona han visto reducidas sus expectativas de desarrollo para 2018 con respecto a las últimas perspectivas anunciadas en enero, entre ellos Argentina, que pasa del 2,5 % a 2 %, Colombia (del 3 % al 2,7 %) y Perú (del 4 % al 3,7 %).
La economía argentina, que creció un 2,9 % en 2017, moderará sus progresión en 2018 hasta el 2 % debido “al efecto de la caída de la producción agrícola, así como al ajuste fiscal y monetario necesario para mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas y reducir la alta inflación” del país, señala el informe de Perspectivas Económicas Mundiales del FMI.
En Centroamérica y en la zona caribeña, se espera que Panamá siga creciendo a ritmos superiores al 5 por ciento, concretamente al 5,6 % en 2018 y al 5,8 % en 2019, y que la economía de la República Dominicana progrese un 5,5 % este año y un 5 % el próximo.
En el documento divulgado hoy por la institución dirigida por Christine Lagarde, el Fondo sitúa el crecimiento mundial en un más que saludable 3,9 % tanto para 2018 como para 2019, porcentajes que coincidieron con la última revisión presentada en enero.
La publicación del informe coincide con la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM), que se celebra esta semana en Washington y a la que están convocados los ministros de Economía y gobernadores de bancos centrales de la mayoría de sus 189 países miembros.
El giro hacia el proteccionismo y el creciente riesgo de guerra comercial entre EE.UU. y China marcarán este encuentro, cuyos líderes han lamentado que esta pugna eclipse el buen momento económico global, con crecimiento generalizado en todo el mundo.
“Que las principales economías estén coqueteando con la guerra comercial en un momento de expansión económica generalizada puede parecer paradójico, especialmente cuando la expansión depende tanto de la inversión y el comercio”, dijo Obstfeld.
El evento será también escenario de una cumbre ministerial del G20, que engloba a las principales economías avanzadas y emergentes, y que este año está presidido por Argentina.
Periodismo Interpretativo
Los altos niveles de la espiritualidad se constituyen en un dique de contención de la vocación delincuencial.
Published
7 años agoon
marzo 21, 2018Por Elba García
La sociedad dominicana es amenazada por una descomposición social y ético moral que pone en peligro su integridad en todos los aspectos, principalmente porque el Estado no está en capacidad de preconizar y promover valores, sino anti-valores.
La posibilidad de contrarrestar en mayor medida el fenómeno de la descomposición social y moral descansa, principalmente, en el Estado porque cuenta con las herramientas para imponer un régimen de consecuencia y de hacer la inversión económica requerida para crear las oportunidades de empleos y disminuir la desigualdad, lo cual ataca una de las razones que más genera, por ejemplo, la delincuencia, como lo es la exclusión social.
Sin embargo, frente a la incapacidad del Estado para diseñar políticas públicas que priorice la inversión social, el papel protagónico para enfrentar el fenómeno recae en las organizaciones que trabajan y conectan con la gente, sobre todo en las comunidades más carenciadas del país, donde tiene nacimiento la vocación delincuencial.
El trabajo, por ejemplo, de las iglesias, tanto católica como protestante, juega un papel decisivo en muchos jóvenes para no caer en las garras de las bandas o de la vocación de una conducta al margen de la ley, porque proporcionan fortaleza espiritual que sin dudas se convierte en un dique de contención para impedir que entre a sus vidas una inclinación delincuencial.
Está más que demostrado que aquellas comunidades donde hay una mayor integración a las labores de las iglesias, sobresale una conducta apegada al respeto de la ley y de mejor convivencia social, donde ésta juega un papel importante en la formación que se adquiere a través de estas instancias.
La iglesia católica acaba de comprobar en un estudio que la Sierra es uno de los lugares donde menos delincuencia se produce, pero todo el mundo sabe que esos pueblos tienen un fuerte apegamiento a valores cristianos desde los tiempos coloniales, pese a que los niveles de pobreza y analfabetismo son muy altos, aunque no tan críticos como los de otras zonas del territorio nacional.
Sin embargo, otra razón para que tal vez la delincuencia no haya impactado tanto a los pueblos de la Sierra se debe a las remesas que reciben del exterior, principalmente de los Estados Unidos, lo cual se convierte en una válvula de escape para que no se desarrollo la vocación delincuencial.
Pero la revelación al respecto confirma que se hace más que necesario que el trabajo de las iglesias vaya más allá de los templos y toque el corazón de aquellos jóvenes excluidos y golpeados por el desempleo y el hambre y que en consecuencia no escojan el camino equivocado.
La mejor dosis que pueden recibir los jóvenes desorientados y con el solo camino de la delincuencia, el tráfico y consumo de drogas es la espiritual, la cual necesariamente tiene que estar revestida de un componente profundamente humano.
Esta sería una respuesta que siempre será necesaria y vital para el mejoramiento social, pero hará falta la refundación del Estado que para el restablecimiento de valores también cuente con la fuerza institucional pública y de ese modo incorporar otros elementos importantes como los medios de comunicación y el sistema educativo nacional, a fin de que el esfuerzo sea tan integral como el mal que nos aqueja.
Se impone una gran jornada nacional, pueblos por pueblos, para trabajar por una transformación total de aquel que ve la vida sólo desde la perspectiva del dinero, pero que ojalá se puedan incorporarse recursos a través del Estado para además crear empleos y mejorar las condiciones de vida de la gente.
Sólo de esa manera podría producirse una verdadera transformación social y convertir a la República Dominicana en una sociedad más habitable y humana, donde la delincuencia y la degeneración sea un fenómeno aislado y no general como pasa actualmente.
Periodismo Interpretativo
Será la frontera la excepción en corrupción en la República Dominicana?
Published
7 años agoon
marzo 7, 2018Por Elba García
La emigración haitiana, con implicaciones socio-económicas como prácticamente todas en el mundo de hoy, continuará aunque el Gobierno haya anunciado una serie de medidas en la frontera para evitar la entrada ilegal desde el vecino país.
La llegada masiva de haitianos ha creado una verdadera alarma nacional, sobre todo porque en opinión de muchos esta inmigración implica un aumento de la delincuencia y la promoción de una serie de enfermedades que son consustanciales a la pobreza y que afectan a pueblos como el haitiano.
El presidente de la República anunció un aumento de los militares que vigilan la zona fronteriza e incluso la medida habla de la incorporación de drones para monitoreal al haitiano hambriento que tiene como norte establecerse en el país.
La migración haitiana tiene un componente que forma parte de una cultura como la corrupción, ya que la entrada de éstos está determinada porque hay de por medio el pago de un peaje a los responsables de vigilar la frontera.
El hecho de que haya un elemento prácticamente cultural en el pueblo dominicano que motiva esa inmigración haitiana, permite colegir que es un problema no tan fácil, aunque no imposible, de detener.
Lo primero que habría que analizar es si el presidente de la República Dominicana, licenciado Danilo Medina, tiene moral para exigirles a sus subalternos lo que él y su Gobierno no pueden dar.
La pregunta que se impone es si podrán los militares de la frontera parar el cobro del peaje a los haitianos ilegales si quien se lo pide anda en lo mismo en otras instancias de la administración pública?
Realmente tiene moral un presidente involucrado en el caso Odebrecht y en otros escándalos para pedir que la frontera y los encargados de vigilarla sean éticos y decentes?
Podría el Gobierno pedir un cambio en la actitud de los militares que cuidan la frontera, mientras el presidente nombra como cónsul a un traficante con haitianos ilegales?
Se trata de un mensaje dual, porque con palabras se expresa preocupación por el fenómeno, pero con los hechos se promueve.
Es una doble moral que su fin no será otro que el fracaso.
El otro elemento es que la inmigración, incluida la haitiana, está motivada en el hambre y la pobreza y no hay muro que la detenga, no importa que sea físico, institucional o de cualquier otra índole.
Mientras los funcionarios hacen fiesta con los recursos públicos, los militares de la frontera harán lo mismo para permitir la entrada no sólo de haitianos ilegales, sino de todo lo demás, como drogas y el contrabando de mercancías.
Que nadie se llame a engaños con las palabras huecas del presidente Danilo Medina, experto en la simulación y la mentira.