Durante varios ataques perpetrados en Irak, la mayoría con coches bomba y artefactos explosivos, alrededor de 42 personas fallecieron y un centenar resultaron heridas. En lo que va de mayo se han registrado 400 decesos en la nación, golpeada por una fuerte ola de violencia.
En lo que va del mes de mayo se han registrado 400 decesos en Irak como consecuencia de múltiples atentados (foto: EFE/ Archivo)
Al menos 42 personas perdieron la vida y un centenar resultaron heridas este martes durante varios ataques en Irak, la mayoría perpetrados con carros bomba y artefactos explosivos, según informó HispanTV.
El atentado más mortífero se registró en la zona de Abu Greib, 25 kilómetros al oeste de Bagdad (capital), donde el estallido de un carro bomba cerca de una mezquita suní causó 11 muertos y 21 heridos.
Uday Rahim, un policía cuya patrulla de control estaba situada cerca del edificio, comentó que se escuchó una fuerte explosión cerca de la puerta principal de la mezquita. “Contuve un incendio con el temor de que ocurriera una segunda explosión y luego corrí hasta el lugar donde había estallado la bomba. Los cuerpos de fieles estaban tirados en el suelo y otros gritaban por ayuda y se desangraban”, detalló.
En el segundo suceso, seis personas murieron y otras 18 resultaron lesionadas por la detonación de una bomba en las cercanías de un café en el distrito de Doura, en el sur de la capital iraquí.
En la provincia de Diayla, al noreste de Bagdad, también ocho personas, entre ellas dos policías, fallecieron en agresiones con bombas y tiroteos.
Asimismo, en el pueblo de Kanaan, unos 75 kilómetros al noreste de la capital, la explosión de dos bombas colocadas al borde de carretera cobró la vida de otros tres iraquíes.
En otro incidente similar acaecido en la ciudad de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, tres bombas colocadas al margen de una carretera estallaron cerca de un mercado de ganado, causando la muerte de seis personas y dejando a otras 25 afectadas.
En esa misma ciudad, pero en la localidad de Tuz Kharmato, otros dos vehículos que estallaron dejaron tres muertos más.
Mientras que, un hombre, aun no identificado, hizo estallar los explosivos que llevaba consigo en un puesto de control en Tarmiya, en el norte de Bagdad, matando a tres soldados.
Por último, en la localidad de Al-Khalis, en el norte de la capital, varios hombres irrumpieron en una casa y mataron a una pareja.
Los incidentes de este martes, son los últimos de una ola de violencia que desde el inicio del mes de mayo ha dejado más de 400 fallecimientos.
Ante este panorama, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ordenó cambios al frente del aparato de seguridad, según un comunicado publicado en su página web oficial.
«Tras consultar con los funcionarios de seguridad, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas iraquíes, el primer ministro Nuri al Maliki, dio órdenes de cambios en mandos de operaciones y en la dirección de divisiones», precisó este comunicado.
El jefe del gobierno decidió destituir al general Ahmed Hashem, que dirige el mando de operaciones en Bagdad, de acuerdo a la agencia AFP.
Esta reestructuración se produce un día después de que Maliki anunciara cambios en la estrategia de seguridad del país así como entre el personal responsable.
Los atentados han aumentado considerablemente en los últimos meses, tras el conflicto entre los partidos sunitas y el primer ministro chiita Nuri al-Maliki. Este enfrentamiento acrecienta el temor de que la violencia retorne a los altos niveles registrados durante 2006 y 2007.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) reveló, días atrás, que abril fue el mes más mortal en Irak desde junio de 2008, contabilizando más de 700 muertos y mil 600 heridos.
La población sunita exige la liberación de los presos y la anulación de leyes que consideran el Gobierno de Al-Maliki usa para discriminarlos. Las manifestaciones, inicialmente pacíficas, fueron derivando en ataques, tras la represión que aplicaron fuerzas de seguridad el 23 de abril contra un campamento de protesta sunita.
Recientemente, el Primer Ministro aseguró que está dispuesto a evaluar la creación de una región autónoma en las provincias occidentales, dominadas por los sunitas, si se hace mediante los procedimientos legales correspondientes.
Fuentes iraquíes acusan a los países de la región, incluidos Arabia Saudí, Catar y Turquía, de alimentar las tensiones.