Agencia Efe
NUEVA YORK.- La entidad NYC & Company, una organización público-privada que depende del ayuntamiento de Nueva York, anunció el lanzamiento del programa “Dine in NYC”, una iniciativa digital que anima a continuar consumiendo a domicilio en los más de 200 bares, cafés y restaurantes locales que continúan abiertos en plena pandemia del COVID-19.
Las pequeñas empresas que participan están ubicadas en 62 vecindarios, sirven 27 distintos estilos culinarios y, a través del núcleo centralizado “Dine in NYC” (“Cena en NYC”), ofrece información sobre los servicios a domicilio, comidas para llevar y otras ofertas aún disponibles en la Gran Manzana.
“Con la ayuda de Dine in NYC los neoyorquinos pueden seguir disfrutando de la capital gastronómica del mundo y de sus diversas ofertas culinarias, al tiempo que respaldan a las empresas locales durante esta crisis”, dijo el presidente de NYC & Company, Fred Dixon, en una nota.
La iniciativa enumera los establecimientos participantes en el programa e incentiva a los consumidores a realizar las compras directamente a través de los restaurantes, cuando sea posible.
Con el propósito de planificar previamente los futuros pedidos y entregas a domicilio, los usuarios pueden programar sus comidas para una semana completa con una importante variedad de opciones que incluyen desde las clásicas hamburguesas hasta la gastronomía india, italiana, coreana, sureña, mediterránea, latinoamericana “y mucho más”.
Junto con el contenido de NYCgo.com y el boletín informativo para el consumidor, Dine in NYC se promocionará a través de la etiqueta, o hashtag, #DineInNYC, en @nycgo en instagram, Facebook y Twitter.
También se han creado varios eslóganes destinados al uso de los consumidores en las redes como “colaborar puede ser tan fácil como hacer un pedido en…” o “Mis tres sitios preferidos de comida a domicilio y para llevar en Nueva York son…”.
Hasta el momento, Nueva York es la ciudad más afectada de Estados Unidos por la pandemia y cuenta con un total de 68.776 casos positivos, 15.333 hospitalizados y unas 3.000 muertes, según datos del departamento de Salud del consistorio neoyorquino.