Agencias
ESTADOS UNIDOS.- El Departamento de Justicia de Nueva York reveló este lunes que acusó de tráfico de drogas a Ismael Quintero Arellanes, supuesto miembro de una facción del cartel de Sinaloa, quien fue detenido por las autoridades mexicanas el pasado 29 de enero.
Según un documento de la Fiscalía del distrito este de Nueva York, se presentaron acusaciones contra Arellanes por conspirar para fabricar y distribuir heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana, además de posesión ilegal de armas como parte de una organización de tráfico de drogas.
Arellanes, presunto sobrino del capo de las drogas prófugo Rafael Caro Quintero, fue capturado en Culiacán en un operativo coordinado con efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional de México (Sedena) y de la Secretaría de Marina (Semar).
“EE.UU. pretende solicitar su extradición para enfrentarse a los cargos en el distrito este de Nueva York”, señala el comunicado, que agrega que “el acusado conspiró con miembros de la organización de tráfico de drogas de Caro Quintero para inundar EE.UU. con grandes cantidades de heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana”.
“Esta acusación y arresto es indicativo de que se está estrechando el cerco sobre los miembros del cartel de Sinaloa, como Ismael Quintero Arellanes y el archienemigo de la DEA (Departamento Estadounidense Antidrogas) Rafael Caro Quintero”, señala en el texto el agente especial Ray Donovan.
Donovan señala además que aunque Caro Quintero continua a la fuga, se sigue trabajando “mano a mano con socios internacionales, locales, estatales y federales para interrumpir las operaciones de tráfico de droga del cartel de Sinaloa”.
Las acusaciones presentadas por las autoridades estadounidenses apuntan además que Arellanes participó en el tráfico de heroína, metanfetamina y cocaína desde febrero de 2015 hasta junio de 2018, y de marihuana desde enero de 1980 hasta junio de 2018, así como el uso de armas durante las actividades de narcotráfico.
Rafael Caro Quintero, actualmente en paradero desconocido, ha sido señalado como uno de los fundadores del extinto cártel de las drogas de Guadalajara.
Llegó a ser considerado como uno de los narcotraficantes mexicanos más peligrosos en la década de 1980 hasta su captura en 1985 por la muerte de un agente del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA).
Al salir de prisión, las autoridades suponen que se unió a las filas del cartel de Sinaloa y estuvo implicado en el tráfico de drogas, la razón que motivó que Estados Unidos decidiera abrirle un nuevo proceso en la corte del distrito este de Nueva York, la misma en la que se juzgó al también narcotraficante mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán.
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