EFE
GINEBRA. El jefe negociador de la oposición siria unificada, Naser Hariri, insistió ayer en que el presidente sirio, Bachar al Asad, no podrá estar en el poder cuando comience la transición política en el país árabe, y acusó al régimen de “no ir en serio” en el diálogo de paz al no acudir, de momento, a Ginebra.
En una rueda de prensa al poco de aterrizar en Ginebra, donde hoy comenzará la octava ronda de negociaciones de paz, aunque por ahora sin que la presencia de la delegación gubernamental estuviera confirmada, Hariri dijo que esa exigencia no es una “precondición” para el diálogo, como lo definirían “algunos miembros de la oposición”, pero sí el objetivo último de la oposición siria, desde la semana pasada por fin unificada.
En un céntrico hotel de Ginebra, Hariri recordó que las resoluciones de la ONU establecen una clara hoja de ruta que empieza por una transición política, prosigue con una nueva Constitución y después con unas elecciones libres y en dignidad.
“Una transición política que logre la salida de Al Asad al comienzo es nuestro objetivo”, subrayó Hariri, quien calificó esa exigencia “de lógica y basada en referencias internacionales”.
“Es lo que permite a los sirios crear su Constitución y lo que les permitiría elegir al liderazgo” del país, indicó.
Hariri admitió que la oposición aún tiene “un largo camino por delante” para conseguir una Siria democrática, pero que no cejará en el intento y avanzará hacia una solución política al conflicto armado.
Tras siete años de guerra civil, tres enviados especiales de la ONU y siete rondas de diálogo en las que las partes acudieron a Ginebra pero se fueron sin avances significativos, esta vez la gran novedad es que los distintos grupos de la oposición han logrado unirse en una misma plataforma.
La denominación es la misma que en anteriores rondas, la Comisión Suprema para las Negociaciones, hasta ahora constituida eminentemente por la CNFROS, que ha logrado integrar a miembros de las denominadas plataformas de El Cairo y de Moscú, consideradas más moderadas y toleradas por Damasco.
Hasta ahora el régimen alegaba no poder negociar con una oposición dispersa, pero ahora que ésta se ha unificado tras una conferencia intensa en Riad la semana pasada, Damasco decidió posponer su participación en esta nueva ronda en Ginebra hasta una fecha no determinada, algo que el enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, confirmó hoy ante el Consejo de Seguridad.
“Aunque esperamos que el régimen esté presente y dispuesto a negociar seriamente, nuestras esperanzas no son demasiado altas”, dijo Hariri: ahora que hay una oposición unificada, “vemos un régimen que no viene a las negociaciones”, subrayó
“Es otra demostración de la nueva pero vieja política del régimen, que siempre ha obstruido los avances en la vía política”, recalcó Hariri, y añadió que también es responsabilidad de De Mistura, de la comunidad internacional y de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad “obligar” a Damasco a sentarse a la mesa de negociaciones.
Acusó al régimen de seguir bombardeando a los sirios y de “temerla negociación política”, porque quizás no salga de la misma como espera.